Su brazo se apodero de mi cintura y escuche el impacto de mi espalda con su pecho.
Soy una estúpida debí correr mas rápido.
Lucho con mi brazos y piernas y me sacudo para poder liberarme, es muy extraño que no sienta alguna debilidad o mareo.
Debe ser la adrenalina.
-¡Déjame!-grite y volví a sacudirme-!Déjame ir, suéltame!, ¡te demandare, iras a la cárcel, estas cometiendo un crimen, ¡te demandaré!, ¡escuchaste!?-Las palabras salían de mi boca de una forma estúpida, con mis codos golpeaba su pecho.
-¡Ayuda!-grite euforica-¡:-Ayúdenme!..-grite otra vez.
El comenzó a caminar en la dirección por la que venía corriendo, mientras me sostenía con sus brazos.
-¡No suéltame!,¡Suéltame!-me elevo y me puso en su hombro como un costal de papas, mi cuerpo de sacudía con cada paso que daba.
No
