-¡CONTESTA MALDITA SEA!-estampe una y otra vez mi puño en el hijo de puta. -Ha...Haz lo que quieras no te lo dire. -¡Dame el maldito cuchillo!-el hombre nerviosamente corrió hasta la enorme mesa tomo uno y me lo tendió, yo lo tome y lo lleve hasta su cuello. -Vas a hablar o voy a cortar tu maldita cabeza, ¡responde!. -Muérete imbécil-eleve mi brazo y luego lo baje con fuerza, así impactando el cuchillo en su cuello, de este empezó a salir sangre como si de una manguera se tratara. Me aparte y limpie mi rostro con una toalla, esta quedo llena de sangre, la cual no era mía. -¡Desháganse del cuerpo!-ordené y salí de ahí. -¡MIERDA! -grite expulsando toda la ira que sentía, patee los votes de basura con fuerza y los lance. -Tranquilízate hermano. -¡Déjame en paz Max!, acaso no entiend