— ¡Dominick aguántate un poco! ¿De qué estás hablando? — preguntó Valerie detrás de su oficina, más perdida que nunca.
Al llegar a la galería de Arte se metió de lleno a firmar unos papeles y a crear una nueva lista de artistas, su asistente Charlotte se encargaba de contactarlos y agendar las fechas de las exhibiciones, mientras se encontraba sepultada en un montón de trabajo, Dominick llego, con una perorata acerca de su boda, no habían pasado ni dos días desde que decidieron involucrarse en esa estafa, y él ya la tenía vestida en un altar, el único problema con eso era que primero tenían que quedar embarazados, era cierto que estaban haciendo todo al revés, pero ambos querían el mismo fin, un bebé.
—Te dije que hoy podría pedir la habitación más cara del mejor hotel de la ciudad, y poner a funcionar la máquina de bebés.
— ¡Vaya! Qué forma tan poco poética de seducción. — ella se levantó de su asiento y camino hacia la pizarra ubicada en una de las paredes de su oficina.
La habitación tenía un estilo moderno y victoriano, cuando entrabas encontrabas una especie de sala de estar, decorada con el mismo estilo, los colores predominantes eran blanco y púrpura. Seguido de la salita, detrás de unas puertas corredizas se encontraba el área del escritorio, el cual se ubicaba hacia la parte trasera, detrás del mismo se encontraban algunas repisas llenas de pequeñas obras artes, eran regalos de los muchos artistas que habían sido exhibidos en la galería, lo único moderno en esa parte de la oficina era la silla de la dueña, diseñada para sostener su espalda; en la pared izquierda podías observar una gran pizarra llena con fechas, fotos, horarios y recordatorios, a pesar de que Valerie manejaba muy bien la tecnología, necesitaba ver algunas cosas en físico, la pared izquierda era decorada con una gran ventana, debajo de la repisa de la misma un banco completaba el decorado.
—No estamos siendo poetas, estamos siendo prácticos. — continuo Dominick.
— ¿Puedes repasar todo tu plan? ¡Por favor! — respondió ella mientras se sentaba nuevamente tras su escritorio.
—Vamos al hotel esta noche, esperamos a ver si quedaste embarazada y luego te pediré matrimonio frente a toda mi familia y nuestro compromiso será un hecho, y un mes después les decimos a todos que estás embarazada y nos casamos, es pan comido.
—Bueno, tengo algunos desafíos con tu plan, primero no quiero ir a un hotel a acostarme contigo. — esta tenía que ser la conversación más extraña de su vida, admitía que se sentía un poco incómoda.
— ¿Por qué no? —preguntó él, casi decepcionado.
—Porque me sentiría como una cualquiera, no soy una cita que llevas aún hotel y luego te desases de ella.
—No quería que pensaras eso, todo el punto de que nos casemos es para demostrarte que no eres “otra mujer”, eres la última, la última con la que me acostaré, la última a la que besaré, la última mujer en mi vida, para compartirla, bueno al menos que tengamos una hija. — él estaba a millones de años luz lejos de ella, imaginando su vida con hijos en ella, se veía tan tierno.
—Eso si fue poético. — bromeo ella, y ambos se rieron. — creo que deberías saber algo con respecto a mi vida s****l.
—¿Vas a decirme que te gusta dominar hombres? Porque si es así, yo por allí no paso.
—¡No nada de eso! — se puso rostro se tiño de rojo.
—Muy bien dispara. — dijo el mientras estiraba las piernas exageradamente y se recostaba en su silla con los brazos detrás de su cabeza.
—Mi vida s****l, es nula.
—¿Qué tan nula?
—Mucho. — fue su respuesta.
—¿Cuándo fue la última vez que te acostaste con alguien? — él estaba intrigado, y ella se removió incómoda en su silla.
—Dominick, soy virgen. — él abrió los ojos de par en par, luego se rio.
—¿Estás bromeando cierto?
—No, ¿Por qué lo haría?
—Val, tienes 28 años, ¿Cómo es posible que seas virgen?
—Bueno nunca he tenido una relación el suficiente tiempo como para llegar a eso.
—¿No te acostaste con Dean? — él seguía desconcertado.
—¡No! Yo nunca le guste a tu hermano, la única razón por la que salía conmigo era porque necesitaba una idiota que lo colocara en el negocio del arte.
—Realmente nunca me has contado como conociste a Dean. — se rascó la barbilla, como preguntándose cuál era la historia detrás de esos dos.
—Nos conocimos cuando yo tenía 24 años, para ese entonces mi galería estaba tomando vuelo, exhibí a uno de los mejores artistas del país, y tu hermano fue invitado, él tiene un buen ojo y me vio hablando con otros artistas reconocidos, entonces se acercó a mí y entablamos una amena conversación, él quería invertir en arte, yo podía ayudarlo, y me convertí en su asesora artística.— ella suspiró como liberando la carga que llevaba con la verdadera historia.— luego un gran inversionista me presentó la oportunidad de abrir cinco galerías fuera del país, incluso vivir en un nuevo continente, pero tu egoísta hermano pensó que no le convenía, fue cuando se inventó todo el plan para enamorarme y que no dejara su lucrativo negocio, entonces fue que los conocí, y déjame decirte que de tu familia, Dean es la fruta podrida.— su vista se nubló con recuerdos amargos.
— ¿En serio hizo eso? ¡Es un maldito bastardo! Yo nunca pregunte por qué llorabas desconsolada. — Dominick se encontraba indignado, Dean siempre había sido un imbécil, pero no sabía que podía llegar a eso.
—Ahora que observo todo en retrospectiva, creo que no lloraba por él, sino porque perdí la mejor oportunidad de mi vida, fui una tonta al elegir a un hombre antes que a mis sueños, por esa razón, quiero que sepas que entre amarte y tener un bebé, mi futura familia está de primera.
—Lo comprendo completamente, y creo que debemos ponernos manos a la obra, para poder cumplir tu sueño y el de mi Madre.
—¿Por qué siento que estamos discutiendo acerca de un gran plan de negocios?
—Más bien como un plan de estafa. — él sonrió y se encogió de hombros. — ahora regresando a nuestro tema principal, ¿adónde quieres ir a perder la tarjeta V?
—¡Oh por Dios! — ella se tapó la cara con un brazo, en señal de vergüenza. — no puedo creer que estemos hablando acerca de esto.
—Ni yo, realmente nunca me lo espere y aún no comprendo el porqué, pero seré bueno contigo. — él se estiró sobre el escritorio y comenzó a jalar el brazo fuera de la cara de su amiga. — ahora tienes que decirme como vamos a hacer esto, porque no estoy con una virgen desde que yo lo era.
—¿Por qué tenemos que hacer gran alboroto con respecto al tema? Soy virgen porque nadie nunca estuvo a la altura de lo que quería, no soy el tipo de chica que quería ser desvirgada en un clóset, o detrás de las gradas del colegio, o por cualquier idiota que me dijera palabras bonitas, quería que fuera un lugar especial, con alguien especial, demándame si puedes.— ella comenzó a enumerar con la mano mientras su enojo salía a flote.— además no tenía tiempo para hombres mientras criaba a mi hermana, mi vida giraba en torno al trabajo para poder salir adelante y a cuidar de ella.
—Solo quiero prepararme para poder llenar esas expectativas que tu misma has mencionado, que por cierto ¿Cuáles son? Y otra cosa, ¿yo soy alguien especial? — él le dedico una de sus famosas miradas de zorro.
—Me gustaría ir a un lindo lugar, como una cabaña o una casa en la playa, y por supuesto que eres especial, eres mi mejor amigo.
—Si, pero comprendes que no vamos a seguir siendo amigos dentro de poco, ¿cierto?
—¿Y por qué no? Podemos ser amantes y seguir siendo amigos, no quiero perder la camaradería que tenemos.
—Pues es cierto, pero a lo que me refiero es que a partir de ahora vamos a compartir más que una amistad, vamos a compartir una vida, vamos a ser una pareja. — él se removió como de asco. — nunca pensé que diría esas palabras, en mi mente siempre estuvo una vida de perpetua soltería.
—¿Y estás listo para cambiar eso?
—¿Tú lo estás? — contraataco él.
—Sí. — ella lo decía en serio, con cada fibra de su ser, porque a pesar de sus desilusiones amorosas, no quería pasar toda su vida sola, quería compartir los restos de sus días con alguien, y ese alguien podía ser Dominick.
—Entonces yo también. — ambos se quedaron en silencio, perdidos en sus propios pensamientos.
—¿Esto es una buena idea? — dijo ella finalmente.
—Por supuesto que lo es, ya te lo dije, no puedo imaginar tener una familia con alguien más que no seas tú, no sé cómo explicarlo, pero es así.
—¿Estamos siendo demasiado estoicos?
—No lo creo, estamos discutiendo aspectos importantes de nuestras vidas, eso es todo.
—Locas vidas. — dijo ella, lo cual arranco una sonrisa de los labios de Dominick.
—Ciertamente. — él se quedó pensando algo por unos minutos. — yo arreglare todo, creo que tengo una idea de a donde podemos ir, pero tiene que ser rápido Val, necesitamos tomar ventaja del tratamiento de fertilidad que te hiciste.
—Ni me lo recuerdes, me costaste una gran cantidad de dinero. — ella torció los ojos.
—Yo te dije que te los pagaría, pero no quieres aceptar mi dinero. — él hizo un gesto de resignación.
—Porque siento como si estuvieras comprando mi vientre.
—No estoy comprándote, solo retribuyéndote el dinero que perdiste.
—De todas formas, ese no es el punto. — dijo mientras negaba con las manos y con la cabeza al mismo tiempo. — el punto es que tienes razón y necesitamos apresurarnos con el tema del embarazo.
—¿Tienes mucho trabajo mañana? Podríamos darnos una escapada de tres días al lugar donde quiero ir.
—Tendría que hablarlo con Charlotte, pronto tendremos una exhibición y estamos con las manos llenas, pero hasta ahora todo marcha bien.
—Entonces está hecho, tú y yo nos escaparemos por tres días, y tendremos listo el tema bebé dentro de poco. — por alguna extraña razón Dominick estaba feliz. — por cierto, no hemos hablado de donde vamos a vivir, yo sugiero que compremos una casa, y con compreros me refiero a que me dejes pagar una casa.
—Bueno así puedes resarcirme por el dinero perdido, así que a delante cómpranos una casa.
—¡Perfecto! — dijo mientras le daba un pequeño golpe al escritorio. — creo que es hora de irme, tengo que organizar todo para el gran día de mañana, y también dejar a cargo alguien mientras no estoy, nada de trabajo en los próximos tres días, ¿me entiendes?
—Si, lo entiendo. — respondió como con voz cansada.
Él se levantó, se acercó a ella y tomo una de sus manos. — Mademoiselle. — dijo mientras la besaba, luego la soltó y se dirigió a la salida, justo en ese momento entro Charlotte. — ¡Charlotte! — exclamo él. — estás invitada a nuestra boda, Val te dará los detalles.
—¡Dominick Westcliff! — grito Valerie mientras se paraba de golpe. — tienes que aprender a cerrar el pico, no lo íbamos a decir a nadie antes de decírselo a tu familia. — él soltó una carcajada, le lanzo un beso y dejando la habitación cerro las puertas.
—¿Vas a casarte con Dominick Westcliff? – Dominick escucho un grito de júbilo, proveniente de la asistente, mientras él espiaba detrás de la puerta y sintió que su trabajo estaba hecho, fue cuando se retiró.
—¡Siempre lo supe! — dijo Charlotte a su jefa. — ustedes dos se ven tan perfectos juntos, son mi nueva pareja favorita, y mi esperanza de que quizás el amor si exista.
—No te preocupes tu príncipe azul aparecerá.
—Ahora que tú encontraste al tuyo, puedo renovar mi fe en ello.
No tenía corazón para decirle a su asistente y amiga, que su relación amorosa con Dominick era una estafa, dejaría de creer en el amor, cosa que siempre hacía cuando fracasaba con algún chico, pero todos sabían que nunca dejaba de hacerlo, siempre seguía buscando a su próximo amor épico, Charlotte tenía una gran lista de corazones rotos, quizás por eso ambas se llevaban tan bien, porque sus vidas habían sido un poco similares, además de que compartían la misa talla, eso no solo significaba solidaridad, sino que también podían pedir prestado la ropa de la otra.
—¿Y de verdad van a casarse?
—Estamos planificando todos los detalles, pero en cuanto tenga un anillo te lo haré saber, por ahora necesito que me cubras unos tres días, Dominick quiere llevarme a una escapada romántica.
—¡Por supuesto que lo haré! Yo te cubro las espaldas nena, ve a gozarte ese pedazo de hombre, por las dos.