Capítulo 1: Corazón roto

2171 Words
AMELIA Desde pequeña me dijeron que jamás debía escuchar conversaciones ajenas, que me podía enterar de cosas que no serían de mi agrado. Tarde, muy tarde ese consejo llego a mi mente, por que justamente ahora, estoy frente a la puerta de la habitación que es o era mía y de mi esposo escuchando algo que me rompió el corazón en miles de pedazos. Y lo que escuché, ni mil años me hubiesen preparado para lo que averigüe en tan solo segundos... - ¿Hasta cuando seguirás casado? Ni siquiera la amas para seguir atado a ella - dice una voz demasiado conocida para mi, la voz de su secretaria Sara. - Eso no es de tu incumbencia y por favor, no la menciones cuando estamos haciendo el amor y estoy enterrado en ti- responde quien creía me quería, mi esposo Darek. Pero que ciega he sido al no ver lo que mis ojos me señalaban desde hace tiempo, se que no hemos sido el matrimonio perfecto y que nuestra unión no fue por gusto, al menos de su parte, por que yo sí me case enamorada de él. Cuando nos casamos los primeros meses fueron algo complicados, casi ni hablábamos o nos veíamos con regularidad, poco a poco las cosas fueron cambiando y comenzamos a acercamos, no podría decir que el me ama pero si que me respetaba y quería hasta cierto punto. De un día para otro cambio su actitud conmigo, salíamos más, me llenaba de detalles e incluso dormíamos en la misma cama todas las noches, eso...hasta hace unos meses, donde comenzó a ser frío y arisco conmigo, habían días que no llegaba a casa o llegaba muy tarde, ya no hacíamos el amor de forma regular y las pocas veces que lo hicimos fue cuando el estaba completamente ebrio. Su fuerza muscular siempre fue superior a la mía, así que para él era fácil manipularme y como yo soy una tonta enamorada, cedía siempre a sus caprichos. Pero veo que a pesar de mis intentos durante estos tres largos años por enamorarlo, fueron en vano, él jamás me va amar como yo espero que lo haga, tienen un corazón de hielo que al parecer, siempre le ha pertenecido a alguien más y esa no soy yo. La puerta está entreabierta y se que no debería, con lo que mis oídos están escuchando es suficiente para atormentarme de por vida, pero creo que soy masoquista, por que necesito ver como me engañan para terminar de caer en la realidad y alejarme de toda esta porquería de vida que tengo. Ambos, están envueltos en las sábanas donde hace solo unas horas atrás me estaba entregando en cuerpo y alma a mi esposo, donde hacíamos el amor sin reservas y ahora...ahora está con su amante manchando con su asquerosa actitud e infidelidad lo que era nuestro nido de amor. Sara está a horcajadas encima de Darek moviéndose de forma lenta para provocarlo, veo como él le aprieta los senos bastante excitado gruñendo por el placer que esta sintiendo mientras lo montan como le gusta. - No entiendo que le ves, no es más que una mujer sin apellido o fortuna, es una insulsa e insuficiente para ti - le dice Sara indignada a la respuesta de su amante. Darek no dice nada, solo la toma de las caderas y se entierra fuerte en ella para calllarla, ambos jadean por la sensación que esa acción les provocó. No se como pude ser tan estúpida, quizás cuanto tiempo llevan siendo amantes y yo sin saber nada de lo que hacían a mi espalda. El amor que siento por Darek me cegó hasta tal punto que me olvide de mi, me olvide de quien era y de la vida que me merezco. Conocí a Derek en la universidad y desde ese entonces, me enamoré perdidamente de él, por eso cuando me propuso matrimonio no me pude negar y acepté sin reservas ni peros, dejando mi vida de lado por una mentira, por que eso es lo que fue mi matrimonio una cruel y estúpida mentira. - ¿Me oyes? Debes elegir con quien te quedas, si con tu aburrida esposa o conmigo, no quiero seguir siendo tu amante bebé - dice Sara decidida a lo que yo sonrió por sus palabras. Se hizo llamar mi amiga, pero ese título le queda grande. - Ya Sara, pronto arreglaré el tema de mi matrimonio y podré estar contigo - escucho como Darek le respondía entre gruñidos de placer. Un intenso dolor se apoderó de mi pecho, no podía creer todo lo que estaba sucediendo, todo lo que estaba escuchando y viendo, pero ya no podía ser más estúpida, debía enfrentar mi realidad, ya no debía buscar la felicidad en quien jamás me la dará. Debía buscarla yo misma y para eso, debía terminar todo lazo con el hombre que consideré el amor de mi vida. Pero no más, ya no me verían más la cara de estúpida. Contuve mis ganas de llorar, quería gritar y maldecir en voz alta para quitarme la tristeza que estaba sintiendo, pero no les daría el gusto de verme destruida, de ver que ellos ganaron. - No necesitas pedirle que te de una respuesta, te la doy yo ahora mismo...- vi el horror y sorpresa pasar por sus rostros, sentimientos que solo duraron un segundo. Por que despues Sara me veía con satisfacción, como si hubiera ganado la lotería y Darek me veía molesto por interrumpirlo. - ¡¿Qué diablos haces aquí?! - es lo primero que dice cuando lanza el cuerpo de Sara hacia un costado para ponerse de pie, quedando completamente desnudo frente a mi mientras busca que ponerse. Por la fuerza que utilizó casi tira al suelo a Sara, y veo como ella me mira con ira por lo que esta sucediendo. - Da igual que hago aquí, pero agradezco haber venido antes y ver con mis propios ojos como me engañaban - digo relajada, cosa que hasta a mi me sorprende. Hoy tuve hora al médico y se supone que no volvería hasta en la tarde, agradezco haber vuelto antes para descubrir esta traición. Pero el dolor de la traición que siento en estos momentos, de la persona en quien más confiaba y amaba en el mundo han hecho que se convierta en rabia e ira, aprieto mis manos en puños por todo lo que estasucediendo, quisiera golpearlo a los dos, pero no merecen ni eso de mi. Debería haber escuchado a mi familia cuando me dijeron que era mala idea casarme con Darek Roig, pero estaba tan cegada de amor por él, que no quise escuchar sus consejos y bueno, ahora estoy siendo testigo de que todo lo que me dijeron años atrás, era cierto, estoy pagando mis propios errores. - Sal de la habitación y espérame en el despacho, iré en unos minutos y conversaremos tranquilamente - dice Darek como si lo que esta pasando no fuera la gran cosa, quizás no para él, pero si para mi. Lanzó una risa cargada de rabia y sarcasmo, no pudo creer la desfachatez de este hombre. ¿En serio tiene el descaro de pedirme que lodejé a solas con su amante para terminar lo que empezaron quizás? ¿Cree que yo seguiré siendo tan estúpida para obedecerlo como siempre lo he hecho? No señor, ya abrí los ojos y no los pienso volver a cerrar, ni por él ni por nadie. - No Darek, no haré nada de lo que me pides, con lo que vi y escuche es más que suficiente para dejar por terminado nuestro matrimonio - le digo sería y decidida, ya no dejaré que se siga burlando de mi. - ¿¡De qué diablos hablas?! Ve y espérame en el despachó, ahora y no me hagas enojar mas mujer - responde bastante molesto y entredientes. - ¡NO! Tu escúchame ahora a mi, ya me cansé de ser tu esposa llavero, me cansé de tus indiferencia y malos tratos, me cansé de tu falta de cariño y respeto, me cansé de que todo el mundo me vea con lástima por ser la mujer más cornuda de todo Nueva York, me cansé de estar al lado de un nombre que no me ama y lo de hoy, fue la gota que rebasó el vaso...ya no quiero seguir atada a ti, ya no quiero amarte, ya no quiero ser tu jodida esposa - le digo acercándome a él de forma retadora y sin dejarlo responder, él me mira bastante sorprendido. - ¡¿Qué dices perra?! Es él quien te está dejándo, no lo ves? Es mío y yo soy de él, tú no tienes cabida en todo esto, eres solo una muerta de hambre que tuvo la fortuna de toparse con los Roig, pero eso ya se acabó - responde Sara sacando a relucir su verdadera personalidad. - No te preocupes Sara, yo no mendigo y no como las sobras de los demás...ahora me doy cuenta que viví una mentira - dije alzando mi barbilla sin dejar de mirar los ojos fríos como el hielo de mi esposo, quien me quería atravesar con la mirada por las palabras que estaba pronunciando. Escuchó como Sara habla mil cosas pero ni Darek ni yo le estamos prestando atención, así que decido hacer una pregunta que siempre estuvo rondando en mi mente. - Darek, alguna ves me amaste? Aunque sea un poco? - si, se que sueno bastante patética, pero es algo que en realidad necesito saber antes de marcharme. Llámenle m********o o lo que sea, pero en serio necesito escuchar su respuesta para cerrar esta página de mi libro. - ¿Qué crees tú? No creo que seas tan tonta Amelia, tus propios ojos te están dando la respuesta que tanto quieres oír - dice de forma fría y si, tiene razón, no se para que pregunté si la respuesta está frente a mi ojos. - Muy bien...- me saque el anillo de matrimonio y termine de dar los pasos que nos separaban hasta quedar frente a él. Mis piernas temblaban junto con mi corazón, mi ojos pronto quieren derramar las lágrimas que tengo retenidas. - Por mi parte doy por concluido nuestro matrimonio, no quiero saber nada más de ti o tu familia, por mi se pueden ir al infierno todos ustedes, ya no me importa...Te haré llegar los documentos del divorcio mañana, espero los firmes para que termines de desaparecer de mi vida - le digo con una seguridad que hasta a mi me sorprende, pero mis padres no me criaron de esta manera y debo recuperar lo poco que queda de mi dignidad. Darek no cree lo que estoy diciendo, no hace nada y no dice nada tampoco, tomo una de sus manos y dejó el anillo de compromiso y el de matrimonio, no los necesito, ni siquiera como souvenir me sirven. Necesito deshacerme de todo lo que sea referente a los Roig, entre ellos, esos malditos anillos que para mi fueron mi mundo, pero que para él fueron un impedimento para tener la vida que siempre ha querido. - ¡Basta ya con tu show! - Grita Darek saliendo de su trance cuando ve que me alejó de él. - ¡No lo es! ¡QUIERO.EL.DIVORCIO! - digo mucho más molesta que antes parándome frente a él. Sara quedó en el olvido desde hace rato, ni siquiera se si sigue en la habitación, si tuviera algo de dignidad se debería haber ido, pero lo dudo. Darek me ve por varios segundos, como si estuviera analizando todo lo que esta pasando, me mira de pies a cabeza con los brazos cruzados, hasta que me da una mirada de incredulidad. - ¿Estas segura de tu decisión? No tienes a nadie mas que a mi, no tienes dinero ni donde ir, terminarás en la calle por que no te daré ni un solo centavo - hago una mueca por su estúpida pregunta y palabras, claro que lo estoy, ya no quiero seguir en esta miserable vida. - Gracias por el recordatorio, pero como puedes ver, tengo mis dos manos y mis dos piernas perfectamente bien, las que puedo usar para trabajar, no te necesito Darek...- me doy la vuelta para salir de la habitación pero antes de hacerlo, lo miro por sobre mi hombro. - Te amé como a nadie y estoy segura que nadie te amará como yo, pero me arrepiento de haberte entregado mi corazón, espero no volver a verte nunca más en mi vida, pero si lo hago créeme...qué te arrepentirás de haberme lastimado - digo y termino de salir. Las lágrimas se comienzan a deslizar por mi rostro, mi corazón se termina de quebrar, pero mantengo mi frente en alto. Me llevó conmigo un gran secreto que espero Darek jamás se enteré, acarició mi plano vientre, por mi bebé seré fuerte, ahora comienza una nueva Amelia, una más poderosa, más independiente y menos estúpida, Tras Mi Divorcio.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD