Respiro profundamente, miro mi mano la cual aún sostiene el frasco de medicamento, me pregunto por qué razón no la solté, quizás fue la desesperación o la frustración la que me hizo olvidarme de lo que llevaba en las manos hasta que finalmente la situación se tranquilizó y pude hablar con el médico que atendió a mi madre, por suerte llegue a pocos minutos de que ella cayera inconsciente por lo que el medicamento que ingirió no tuvo efectos adversos. Le hicieron un lavado de estómago y gracias a que aún sostenía el frasco, el doctor supo qué hacer en caso de que el medicamento lograra llegar a su torrente sanguíneo.
Suspiro, no puedo creer todo lo que esta pasando, no puedo creer que mi madre, quien se supone que fuera el pilar de esta familia se desmoronara de esta manera, me levanto de m
