—Bueno, la verdad es que no hubiera dudado ni un segundo en aceptar. Pero no se trata de mi, estamos hablando de una gran oportunidad que se te ha presentado y depende de ti si vas a aprovecharla —dice colocando una mano en el hombro de la chica—. ¿Qué te refrena?
Willow traga con fuerza.
—A mentirle a ese hombre y jugar con sus sentimientos —confiesa sincera.
Oliver la observa en silencio, para luego levantarse de la banca y extender su mano hacia ella. La joven la toma y ambos se quedan de pies, uno frente a otro.
—Entonces no aceptes —dice sonriéndole—. Pero quizás este podría ser el comienzo de muchas cosas, Willow. No obstante, sea cuál sea tu decisión yo te apoyaré.
Después de aquella conversación que tuvo con Oliver, la joven se marchó a casa pensando en lo que su amigo le habí
