Damian estaba igual de sorprendido que su hermano, pero Max no puede saber cuánto se sorprende ante la locura de su vida, de sus sentimientos, quería escuchar a esa mujer, besarla, follársela duro, todo al mismo tiempo, por eso la había dejado a mitad de la madrugada, no por un deseo s****l incontrolable, sino porque le hacía sentir cosas para las que no estaba listo. —Damian... —Tú te enamoraste de una adolescente, mi papá se casó con su amante, Luna con la mujer que la engañó y Tuck es un santo. Yo no creo que estés en condiciones de decirme nada. Maximiliano vio a su hermano y le dio vuelta a todos lo pancakes, le tomó de los hombros y le dio una cachetada. —Tú puedes enojarte con tu papá todo lo que quieras, yo soy tu hermano y a mí me respetas cabronazo. ¿E n t e n d i d o?