Tres semanas después… Han pasado más de dos semanas y no sé nada del paradero de Andrew, no comprendo porque demora en venir por mí, me había dicho que solo serían un par de días, pero ya es demasiado. Mi ansiedad ha aumentado ya queda poco tiempo para que se culmine el plazo para dejar a Robert definitivamente. Me siento muy perturbada como de costumbre, pero con el sabor amargo de la ausencia de Andrew. Me levanto de la cama para ir abajo a tomar aire fresco, al pararme siento como se me nubla la mente, no presto atención y salgo, al abrir la puerta he quedado tendida en el suelo. Robert quien va de subida se percata que estoy desmayada y me levanta enseguida muy angustiado, pide ayuda a la servidumbre para que me auxilien, manda a llamar rápidamente al médico del pueblo para que compr