—¿En serio, Madison? ¿Willy Wonka? ¿En serio? —repetía Carter sin creérselo. —Muy en serio, Carter, como yo que voy vestida de bailarina de Cabaret —contestó ella, vestida con su despampanante corset n***o—. Además, no te queda para nada mal… —dijo atrevida, mirándole de arriba-abajo—. Seguro que te escogerían para el papel de buenorro Willy Wonka —dijo burlona, mientras le guiñaba un ojo. —JA JA JA —rió Carter sin gracia. Madison sonrió y salió de la habitación. El castaño suspiró con ensoñación al verla mover sus caderas al andar. No sabía si había sido buena idea o no haber elegido aquel disfraz para ella. Por una parte, disfrutaba viéndola vestida así; por otra parte, le entraban ganas de hacerle el amor toda la noche… Volvió a suspirar, echándose un vistazo en el espejo: se col