La verdad es que a Sebastian le fastidiaba que su querida Madison tuviera algo que ver con Carter Rogers. Ese hombre había sido su motivación por superarse en su trabajo. Rogers encabezaba la lista de los hombres más sexys y guapos de todas las revistas internacionales del mundo, secundado por su hermano y su amigo, el rubio Kensington. Él estaba en cuarto lugar. Lugar que le había costado lograr sudor y lágrimas, para que después Rogers llegase y cogiese ventaja con Madison, haciendo que se tuviera que superar también en aquello. —¿Mm? ¡No te creas! ¡Steve ha sido como un pequeño regalo! —decía alegre y emocionada. Sebastian la miró sorprendido—. Tienes que venir a verle un día de estos! Te va a gustar mucho. Es tierno y alegre, aunque a veces llora por cualquier cosa… Carter y yo si