Juliette se sentó frente a Dominic, tratando de ocultar la mezcla de curiosidad y aprehensión que sentía. Dominic parecía luchando con las palabras, como si lo que estaba a punto de decirle fuera una batalla interna. —Juliette,— comenzó Dominic, tomando aire profundamente,— quiero que hagamos un trato. Juliette frunció el ceño, claramente sorprendida. —¿Un trato? ¿Qué clase de trato?— preguntó, su voz llena de escepticismo. Dominic se inclinó ligeramente hacia adelante, sus ojos fijos en los de ella. —He estado pensando en nuestra situación, en este matrimonio que claramente no está funcionando. Pero mientras estemos casados, creo que debemos intentar llevarnos bien. No por nosotros, sino por la paz mental y el respeto mutuo que al menos deberíamos tener,— explicó, sus palabras cui