¡No digas eso nunca más!— gritó Juliette, sus ojos llenos de lágrimas de rabia y dolor. —¿Cómo puedes siquiera sugerir que estaré mejor con alguien como Fabricio? ¿Crees que tan poco de nuestro amor?
Dominic se llevó la mano a la mejilla, sorprendido por la bofetada pero más aún por la intensidad de las palabras de Juliette. —Juliette, solo quiero lo mejor para ti...
—Lo mejor para mí es estar contigo, Dominic, no con Fabricio ni con nadie más— lo interrumpió ella, su voz quebrándose. —No quiero que me dejes. No quiero que arriesgues tu vida. Si algo te pasa, me habrás abandonado de nuevo, y no creo que pueda soportarlo.
Dominic miró a Juliette, sintiendo el peso de su decisión más que nunca. —Juliette, por favor entiende...
—No, Dominic, eres tú quien no entiende— dijo ella, su voz ah
