Capítulo 55
No podré estar siempre para rescatarte
Virginia se sentía realmente avergonzada y frustrada porque además de ser ridiculizada por la secretaria, tropezó con alguien y casi se cae, antes de salir de los fuertes brazos de aquel hombre respiro profundo aguantando las ganas de gritarle a todas esas mujeres vagas y ponerlas en su lugar, cuando escucho “ ¿Virginia, hasta que hora pretendes abrazar al invitado?” al ser sacada de su momento de catarsis por la irritante voz de Rachel, noto que instintivamente sus brazos fueron colocados alrededor del fragante cuello del hombre, ella ahora mucho más avergonzada y levemente ruborizada, rápidamente acomodo sus piernas colocándolas firmemente en el suelo, enderezo su cuerpo y soltó el cuello que tenía entre sus brazos sin dejar de mirar e
