Cuando el lado derecho no resultó ser lo suficientemente cómodo para su cuerpo, Asher giró hacia su izquierda. Incorporándose ligeramente en su codo, golpeó su almohada y luego se volvió a recostar.
Dejando escapar un suave suspiro, mantuvo sus ojos cerrados, y esperó que los brazos de morfeo lo tomaran y se lo llevaran al mundo de los sueños.
Obviamente, eso parecía ser un trabajo muy difícil para morfeo, ya que no importaba lo que hiciera Asher para poder dormir, desde contar ovejas, mantener su mente en blanco, o controlar su respiración, simplemente nada funcionaba, su cerebro no se quería apagar. Lo peor de todo, es que este en vez de mantenerle despierto pensando en nuevas melodías o letras para una canción, este permanecía con el recuerdo de un tonto hombre.
Específicamente, Cade
