Correr no fue la mejor decisión de Asher, no cuando el lobo y el control de Caden se encontraba al límite luego de haber pasado ocho horas sin noticia alguna de su elegido.
La desesperación, el miedo, la frustración y el enojo habían invadido lentamente a Caden con cada hora que transcurría sin absolutamente ninguna noticia de su pareja, sin señal de su paradero.
Más de una vez Caden se había culpado a sí mismo en esas horas, por no haber estado ahí con él para evitar todo ese caos, odiando que nunca se tomó el tiempo necesario para instalar el programa en el teléfono de su pareja para rastrearlo, detestando el haberse confiado en que Asher siempre le enviaría mensajes diciéndole a dónde iría y dónde se encontraba.
Él debería haberlo sabido mejor, con diferentes situaciones las personas
