Capítulo 5

2213 Words
La empresa de seguridad de Caden, poseía dos salas de reuniones. Una grande en el tercer piso, la cual utilizaba cuando necesitaba compartir información con todos sus empleados y sus socios más cercanos. Y una en el mismo piso en que se encontraba su oficina, la cual era más pequeña a consideración de la otra, y que usualmente utilizaba para reuniones más personales. Como para hablar con unos pocos miembros sobre algún proyecto o un trabajo importante. En ese momento, Caden se encontraba en aquella sala junto a tres personas más que había nombrado jefes de sus respectivas áreas. Dos de ellos eran simples humanos, y el tercero, un lobo alfa. Y a pesar de que un lobo alfa se encontraba en el mismo espacio reducido con él, su animal en vez de estar irritablemente molesto por dicho hombre, deseando demostrar quién de los dos era mejor y más fuerte, este estaba concentrado en otra cosa. ¿Qué cosa podría ser más importante que demostrarle su lugar a otro lobo dominante? Asher Malloy. Tal parecía, que el haber cedido a su tonto animal aquella tarde para buscar fotos e información sobre aquel problemático cantante había sido una pésima idea. En ese instante su tonto lobo, en vez de estarle molestando presionando en él para que pusiera en su lugar a dicho trabajador, como siempre hacía este al encontrarse con otro lobo dominante, prefería molestarle con aquel caótico cantante. Lo cual, además de ser igualmente una molestia, no le dejaba concentrarse en la reunión que estaba teniendo en ese momento. Y eso por supuesto que no tenía para nada feliz a Caden. Mientras más se juntaban sus cejas al intentar ignorar o callar a su tonto animal, más dudas tenían los dos humanos en la habitación de seguir hablando, como si temieran que ese entrecejo fruncido solo empeorara más ante sus palabras. "Asher" "Busca a Asher" "No." Le respondió Caden en su mente con un tono firme. "Asher" "Buscarlo" Prosiguió presionando su tonto lobo, paseándose en su mente como un salvaje animal enjaulado listo para atacar a cualquiera que lo molestara. "Dije que no" Espetó, irritado. "Busca. A. Asher." Presionó su lobo. Y esta vez el tonto animal presionó en él como si quisiera hacer el cambio a su otra forma. Por supuesto, Caden se resistió y le negó el cambio, lo cual pareció molestar aún más a su lobo. Lamentablemente para él, no era el único que ya se encontraba molesto con toda la situación. "Asher" Gruñó su lobo, volviendo a empujar. La mano del hombre lobo se tensó sobre la mesa y sus dedos se cerraron en un apretado puño ante la molesta voz insistente de su lobo en su cabeza. "Busca a Asher" Ordenó su animal. Sin poder evitarlo, un bajo gruñido lleno de molestia irritada escapó entre sus tensos labios e hizo eco en toda la sala. —Guarda silencio un maldito segundo —ordenó con molestia, enterrando sus uñas en el interior de su palma ante su fuerte puño. Por supuesto, sus palabras lograron que toda la sala de juntas quedara en un sepulcral silencio tenso. Observando a los tres hombres que se habían reunido con él, Caden sintió una pequeña puntada de culpa al apreciar desde la sorpresa al ligero temor que apareció especialmente en los dos humanos ante sus palabras. Seguramente, preguntándose qué es lo que hicieron mal para colocarlo de tan mal humor. Cuando en realidad, el único culpable de todo era su tonto lobo. Pero como no podía explicar que en realidad estaba haciendo callar a su estúpido animal, el cual no dejaba de repetir el nombre de "Asher" Una y otra vez, además de demandar que lo buscara, y no verse como un loco en el proceso, solo guardó silencio. Cuando el silencio prosiguió en la sala, Caden forzó un suspiro y apretó el puente de su nariz con su mano izquierda. —Terminemos por hoy —ordenó. Como era el dueño y jefe de todos, ninguno se atrevió realmente a preguntar nada al respecto, especialmente los dos humanos, y ambos se retiraron rápidamente. A excepción del otro lobo alfa. —¿Es porque estaba en la reunión? —cuestionó. —No soy tan infantil —resopló Caden, bajando su mano—. Ni siquiera te habría llamado si sintiera que no puedo lidiar contigo, Fletcher. El hombre lobo contrario le observó unos segundos en silencio y luego asintió y se retiró de la sala. Quedando a solas, Caden contempló la carpeta con las pocas anotaciones que logró hacer durante la reunión y dejó escapar un largo suspiro. "Asher" Gruñó su lobo. Tensando su mandíbula, Caden se negó a seguir pensando en ello o dejarse intimidar e influenciar por su lobo. Levantándose de su asiento, tomó su carpeta y salió de la sala de juntas. Caminando por el pasillo, se dirigió a su propia oficina y se detuvo frente al escritorio de Seline. —¿Tengo algo agendado? —preguntó, su tono brusco. Inmediatamente, su secretaria revisó su tablet en donde se encontraba toda su agenda y negó. —Nada durante la próxima hora —respondió la mujer. —No quiero a nadie molestándome —ordenó. Con la respuesta positiva de su secretaria, Caden se internó en su oficina y fue directamente hacia su escritorio. Dejando la carpeta sobre el mesón, tomó asiento en la cómoda silla acolchada. Pero en vez de sentarse rectamente y concentrarse en su trabajo, el hombre lobo apoyó su espalda en el respaldar de la silla y recargó sus codos en el reposa brazos. Juntando sus manos por la boca de su estómago, entrelazó sus dedos y luego descansó su cabeza en la parte acolchada. Cerrando sus ojos un momento, Caden controló su respiración y trató de relajarse y despejar su mente, cosa de dejar ir todo ese mal humor de mierda. "Asher" Se quejó su tonto lobo. "No" Respondió firme. Y nuevamente, su tonto lobo comenzó a pasearse por todos lados, casi desesperado por saber sobre aquel cantante. Y el comportamiento tan inusual de su lobo por Asher, estaba despertando un mal presentimiento en Caden, uno que realmente esperaba que no fuera lo que sentía que podría ser. Tan pronto como su teléfono sonó, interrumpiendo la voz de su animal, el cual por supuesto que siguió molestando como si nunca le hubiera hablado, Caden abrió sus ojos. Decidido a distraerse, el hombre lobo separó sus manos y cogió su celular del bolsillo de su pantalón. Desbloqueándolo, deslizó el dedo hacia abajo y busco lo que había producido tal sonido. Inmediatamente, el icono de una de las tantas r************* que conocía apareció en la parte superior. Curioso porque se le estuviera mostrando una notificación como esa, cuando ni siquiera tenía una cuenta, el hombre lobo presionó. Tan pronto como en la pantalla apareció el nombre de dicho cantante problemático, todo su cuerpo se tensó dolorosamente. Su primer instinto fue salir y apagar su celular, pero una fotografía de Asher saltó ante él y... Simplemente no pudo hacerlo. Por supuesto, su tonto lobo inmediatamente se animó y mágicamente se tranquilizó, quedándose en absoluto silencio en lo que apreciaba la fotografía de Asher Malloy. —Lobo tonto —pronunció Caden. Y como era el primer momento en que su animal realmente le estaba dando un descanso de su molesta voz, Caden siguió observando la fotografía. No porque deseaba contemplar a dicho cantante, claro. Con su dedo deslizándose por la pantalla de su teléfono, el hombre lobo se encontró con otra foto del problemático chico, en la cual salía su perfecto rostro con esa pequeña nariz de botón respingona, su llamativo cabello tintado de un violeta que lentamente iba perdiendo intensidad cayendo cerca de sus ojos, los cuales eran de un inusual verde oliva y esa maldita sonrisa provocativa que estaba entre sensual y traviesa. Con ese labio inferior relleno, mientras que el superior tenía un perfecto arco de cupido marcado. Juntando sus cejas al percatarse que estaba observando muy detalladamente el rostro de Asher, Caden movió el dedo nuevamente y se encontró con otras fotos. Y dicha secuencia de fotos, solo logró que todo sus músculos se tensaran casi de forma dolorosa ante lo descuidado que era Asher Malloy. El chico aparentemente había decidido salir sin la compañía de algún guardia, otra vez, y dio un paseo publicando fotografías de las tiendas que visitaba y de las cosas que compraba. Por supuesto que Asher ni siquiera se molestó en no dar pista alguna que indicara del lugar en el que se encontraba, por lo que no le sorprendería si los fans de este iban a buscarlo a dicho. Una puntada de molestia picó en él, ya que el chico se estaba exponiendo innecesariamente y ya había comprobado lo intensos que podían ser los fans de Asher, y aun así, este no tomaba el cuidado al salir solo. Su lobo gruñó en su mente, completamente de acuerdo con sus pensamientos. Percibiendo como el agarre de su celular se había tensado repentinamente, Caden obligó a su mano relajarse lentamente. Un mensaje apareció en la pantalla del teléfono, informando que Asher había subido un nuevo video a su cuenta. Sin pensarlo, su dedo se movió actualizando la página e inmediatamente aquel video saltó ante él. Un gruñido molesto escapó entre los labios de Caden al contemplar el video que el mismo Asher había grabado, donde apuntaba la cámara de su teléfono hacia su rostro para capturar de esa forma también la gran masa de personas que le estaba siguiendo en ese momento, gritando desquiciadamente su nombre y otras cosas más. ¿Y qué es lo que hacía Asher? Ese tonto humano en vez de buscar la forma de salir del problema en el que se había metido por su descuido, él solo reía mientras corría del grupo, luciendo... Como si realmente estuviera disfrutando del momento. Y por muy atractivo que se viera riendo de aquella forma, con la felicidad desbordándose de su expresión en lo que respondía los comentarios de sus fans, eso no quitaba el hecho de que se había expuesto al peligro de forma innecesaria. ¿Qué clase de guardias tenía Asher que permitían que este simplemente saliera a la calle como si fuera una persona común? Sintiendo como se comenzaba a irritar nuevamente junto a su lobo por el despreocupado cantante, Caden gruñó. —Vaya, ¿quién te tiene gruñendo de esa forma? —cuestionó una conocida voz. Alzando la mirada, Caden se encontró con Theron recargado en la pared en una relajada pose, observándole fijamente. El que su hermano hubiera entrado en su oficina y que él no se diera cuenta de ello le sorprendió, y le indicó cuán concentrado había estado en Asher realmente. —¿Qué haces aquí? —cuestionó. Bloqueando su teléfono antes de que el video se volviera a reproducir, el lobo alfa lo guardó nuevamente en su bolsillo y observó a su hermano, quien por supuesto que le observaba con una molesta sonrisa. —¿Qué estabas mirando tan concentrado en tu teléfono que ni siquiera te diste cuenta del momento en que entre? —cuestionó el otro hombre lobo. —No es tu asunto. Por supuesto, Theron rió y se enderezó. Acercándose, corrió la silla frente a su escritorio y tomó asiento. —No te pongas de mal humor solo porque te atrapé viendo porno —expresó. —Fuera. Theron volvió a reír descuidadamente. —Bien, no te molesto más —prometió manteniendo su sonrisa. —¿Por qué viniste? —le recordó Caden. —Tengo algo de tiempo libre ahora que Sonrisitas comenzó sus estudios otra vez —respondió infeliz, perdiendo su sonrisa. —Solo son un par de horas, Theron —resopló Caden. —Un par de horas lejos de mi chico es mucho —se quejó. —Si solo has venido a llorar por ello, puedes usar esa puerta otra vez —indicó señalándola. —No eres muy agradable —refunfuñó—. Y yo que te venía a comentar que Maison se encontró con su amigo cantante, ya sabes, el tal Asher —dijo casualmente. Caden mantuvo la mirada en su hermano, sin revelar absolutamente nada. A pesar de que su lobo se interesó por ello. —¿Por qué se supone que me debe de interesar? —cuestionó. —Porque me fijé en la forma en que prestaste atención durante nuestro almuerzo al hablar de Asher —anunció, recuperando su maldita sonrisa irritante—. ¿Por qué no me dijiste que el chico te pidió una cita? —cuestionó. La mandíbula de Caden se tensó al recordar dicho momento. —No sé de qué hablas. —Por favor, ni siquiera lo intentes —resopló Theron—. ¿Qué parte de que Maison se encontró con Asher y que ellos son amigos no entiendes? —indicó—. Ellos hablan de esas cosas, y por supuesto que también de otras —dijo, con esa molesta sonrisa volviendo a su rostro. —¿Qué? —preguntó sin humor. —Asher, ese chico, está interesado en ti —anunció Theron. Y la maldita cola del lobo de Caden se agitó rápidamente ante aquella información que no había pedido, llegando casi a soltar unos vergonzosos quejidos de felicidad. Maldita sea.
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