Capítulo 96 Aparece la extraña mujer La madre de la pequeña engendro del demonio con colitas y enormes cachetes que no paraba de mirarme y gritar tonterías durante todo el vuelo, evitando que todos los pasajeros de primera clase descansaran durante más de dieciséis horas, estaba allí, de pie obstaculizando mi camino y demostrando su desvergüenza, en la que no estoy para nada interesado… me quité los lentes de sol y después de darle una mirada de advertencia sin molestarme en decirle una palabra que asustara a su hija, me volví a cubrir los ojos antes de comenzar a rodearla, ya que al parecer no tiene intención de moverse. Cuando di el primer paso con la intención de continuar mi camino, deliberadamente giré mi cabeza para que quedara la máscara frente a ella; pero eso pareció no interes