Capítulo 11
Una biblioteca
Si, en realidad soy consciente de lo que dicen por ahí dicen que la curiosidad mató al gato, pero yo definitivamente no soy un gato y si lo fuera, todavía deben quedarme unas cinco vidas para disfrutar con mi mujer y mis hijos.
Con esto en mente volví a entrar a la casa y comencé a buscar con mayor detenimiento desde el último piso golpeando paredes y revisando grietas… una hora después, por una casualidad me percaté de una debilidad en la pared del ancho de una puerta que estaba cubierta firmemente con él papel tapiz, no pude evitar sonreír ante mi hallazgo, aunque…
Fruncí el ceño pensando que debí preguntarle a Reginaldo cuando llegué por los antiguos dueños, todos nuestros sirvientes actuales son traídos de otros países por lo que obviamente ninguno conoc
