Capítulo 89 ¿Quién lo metió en el sótano? Con esto en mente, supe que mientras no tenga manera de protegerme a mi misma, no puedo esconder nada de Juan, aunque estoy segura de que el solo estaba esperando la oportunidad de lidiar con este tipo entrometido, le dije “detenlo por unos días y dale una lección, aquí no nos gustan los mirones… investiga a fondo sus antecedentes, no lo mates ni lo dejes ciego” En ese momento confirmé que la parálisis facial de Juan en realidad fue bien curada por mi; pues, pude ver la sombra de una sonrisa asomarse por la comisura de sus labios por un segundo. “¿Qué le hiciste a mi niña desgraciado?” Se abalanzó nana sobre el hombre, con intenciones de pegarle… pero ¿Cómo puedo permitir eso? ¿Y si despues de duelen las manos? “nana, ¿no te quedaron tamales