Solo mío

Yo también te necesito

Capítulo 4

Yo también te necesito

Narra Mariano

Ha pasado un mes desde que me desperté en ese pequeño bunker que funcionaba como hospital, la verdad no lo sentí al momento de despertarme; pero estaba realmente jodido; porque no podía mover ninguna parte de mi cuerpo, una bala me había tocado la cervical, pero gracias a la acupuntura de Reginaldo y hacer fisioterapia diariamente ya recupere el cien por ciento de la movilidad, y ahora solo estoy trabajando en recuperar mi fuerza y velocidad; pues, aunque estoy desesperado por ir a traer a mi mujer, no vale la pena salir sin preparación y arriesgarme a que me maten por una estupidez, lo único que importa ahora es garantizar que mi esposa regrese sana a mi…

Aunque Ramiro últimamente parece sufrir algunos episodios de ansiedad extrema, pensando que cualquiera a su alrededor podría dañar a Samantha o al bebé; se ha tomado personalmente la tarea de cuidarla y lo hace muy bien, justo ahora sé que continúa en coma y eso le ha permitido recuperar la salud con rapidez, pues no está expuesta a todos los factores psicológicos externos como el enojo, la depresión y el stress que pudieran afectarla a ella y nuestro hijo.

Antes me preocupaba no poder conocer en todo momento la situación de mi muñeca; incluso varios de mis hombres pensaron en la posibilidad de entrar como topos a trabajar en la finca de Ramiro sin importar el peligro; no obstante; el doctor Dubois, quien se suponía que después de todo lo ocurrido debía regresar a Francia y mantenerse lejos de todos estos asuntos peligrosos; apareció un día entregando su magnífico currículo en la finca de Ramiro en Cali, ofreciéndose como el único hombre que conoce la situación del bebé en el vientre de mi esposa…

Esa acción del doctor nos dejó a todos sorprendidos y en lo personal, me siento muy agradecido; pero, lo más sorprendente no fue que el doctor se entregara a un jefe de la mafia prácticamente como un rehén; lo más importante es que, aunque Ramiro sabe bien que es el doctor que traje desde Francia, no tuvo objeciones en recibirlo y lo trata como un invitado, el doctor puede hacer lo que desee dentro de la finca, lo único que no se le permite es salir solo, las pocas veces que se ha visto al doctor en la ciudad, se le ve con cualquiera de los hombres de Ramiro o con Victoria.

El doctor es una de las pocas personas que conocen mi verdadero estado de salud; y cada dos o tres días me envía fotos de mi princesa que siempre parece estar dormida, su tez es cada vez más rosada; sus labios cada vez más rojos y su vientre más grande…

Hace un par de días me informó que el bebé está creciendo sano y fuerte; y que debo prepararme para ir a por ella enseguida abra los ojos; pues, tendremos una gran sorpresa cuando Samantha se despierte y decida revelar el sexo del niño.

Aunque le insistí, solo se limitó a guardar silencio; pues, él no lo dirá mientras no sea necesario o mi princesa no lo autorice.

Reginaldo ya tiene quince días en Colombia ganando terreno, no solo del conejo, de todos los pequeños mafiosos que lo rodean, preparando el terreno como medida preventiva de que Ramiro no quiera dejarlo ver a mi esposa en unos días, y es que; ya está llegando el momento de sacarla del coma, porque dejarla mucho tiempo en ese estado también podría afectar su memoria… Es por esa razón que necesito recuperarme más rápido, quiero estar en buena condición física para ir personalmente a buscar a mi esposa.

…..

“mmmmmm… cariño te extraño tanto, recupérate rápido para que vengas por mí, mi cuerpo te extraña”

¡Maldita sea!

Todos los días me despierto sudando lo suficiente para vaciar mi cuerpo con la deshidratación por los sueños cada vez más intensos que tengo con mi muñeca…

Samantha ocupa el noventa y ocho por ciento de mis pensamientos durante el día, el otro dos por ciento lo ocupa mi proceso de recuperación para ir a buscarla, y por las noches cuando caigo medio muerto del cansancio sobre nuestra cama, al cerrar los ojos y abrazar su almohada lo primero que veo en mis sueños es su sonrisa coqueta, su hermoso cabello rojo seduciéndome, recordándome cuanto me ama y cuanto me extraña… siempre está en mis sueños pidiéndome que la rescate y la haga mía, cada sueño es más intenso que el anterior y yo…

¡maldita sea!

Sigo siendo un hombre normal que extraña el cuerpo y el olor de su esposa, por lo que, al despertarme solo en esta enorme cama vacía con ganas de mi muñeca… comienzo mis ejercicios sin importar la hora…

¡yo también te necesito mi princesa!

Hace un mes logré salir del Bunker donde me operaron, y decidí quedarme a vivir en la casa de la playa para acelerar mi proceso de recuperación sin ser reconocido ni expuesto.

Nana después de haber sido rechazada por Ramiro para cuidar a Samantha me acompaña día a día en mi rehabilitación, y ella misma entrena diariamente, con la esperanza de darle una buena lección a Ramiro cuando Samantha despierte…

Cada vez que me cuenta como lo golpeo cuando fue a rogarle para cuidar de Samantha y la rechazó sin piedad por haber sido la niñera contratada por Rómulo durante tantos años, no paro de reírme…

Primero por la estupidez de Ramiro y segundo, como una antigua víctima de los constantes ataques de nana se me hace demasiado divertido imaginármela golpeando a ese imbécil…

Durante este tiempo, nuestra relación que había sido tensa por su constante acoso se ha suavizado bastante; y aunque Marcus contrató mucho personal, entre sirvientas cocineros chefs y nutricionistas, Nana no me permite comer ninguna comida que no haya sido preparada personalmente por ella, y se ha esforzado mucho, pues; aprendió a preparar casi todas esas horribles recetas medicinales chinas de Reginaldo y las modificó para que fueran comestibles.