Capítulo 2

1342 Words
Capitulo 2 Después de ducharme, me tiro en la mullida cama. ¡Qué bien sienta, j***r! Luego me tumbo boca arriba y miro al techo, pensando en esas personas, esas personas en las que tanto confiaba y que me dieron la espalda. Yo confié en ellos. Les di todo. Les quería. Mis "padres". Mi ex prometido. Mis "amigos". Pero a partir de ahora, sólo siento odio por ellos. ¡Iban a pagar! Después de desayunar, la abuela me propone ir de compras para distraerme. Así que me arreglo antes de salir de casa y corro al Ferrari que me prestó mi abuela. ¡¡¡Y nos vamos!!! *** Entro en una tienda bastante buena. Había absolutamente todo lo que necesitaba, ropa, maquillaje, zapatos, lencería... Es decir, ¡cosas de chicas! Mi cesta ya estaba llena. ¡Es hora de pasar por caja! Me dirijo a la caja y pago mis compras antes de salir y meter todas mis bolsas en el maletero de "mi" coche. *** Decido ir a comprar algo de comida. Tenía mucha hambre, así que me paro delante de un restaurante de comida rápida. Pido una hamburguesa con patatas fritas y espero pacientemente a que llegue mi pedido. Oigo risas a mi izquierda y al girar la cabeza veo a una hermosa pareja, feliz con su bebé. Sonrío al verles reír. Eran tan felices. De repente empiezo a pensar en Leo. Le echo tanto de menos a pesar del dolor que me ha causado. Si tan solo me hubiera escuchado y hubiera creído en mí, seguramente estaríamos riendo como esta pareja, seguramente le estaríamos dando muchos besos a nuestro bebé, pero por desgracia, el destino decidió otra cosa. *FLASHBACK* "Te juro que no hice nada Leo. Te quiero a ti y a tu hermana como si fuera mía. Nunca podría haberle hecho algo así. - ¡MENTIROSO!" Gritó. Leo avanza peligrosamente hacia mí y me agarra violentamente del brazo. "Leo, por favor. Confía en mí". Le supliqué, llorando. "¡¡¡DEJA DE MENTIR EMILY!!!" Gritó, sacudiéndome "Leo, mi amor, te estoy diciendo la verdad. Yo no maté a tu hermana. Yo no la maté. Por favor, créeme. Te lo ruego. Yo no..." No puedo terminar la frase cuando su mano se posa con fuerza en mi mejilla. "¡ERES UNA PUTA DE MIERDA! ME PREGUNTO CÓMO PUDE ENAMORARME DE UNA MIERDA COMO TÚ". gritó, empujándome violentamente contra la pared. Gemí de dolor al golpearme la espalda contra la pared, pero a Leo no pareció importarle porque al caer al suelo me dio una patada en el estómago. ¡En el estómago no! "¡NO! ¡POR FAVOR PARA LEO! ¡¡¡DETENTE!!!" *(FIN DEL FLASHBACK) "¿Se encuentra bien señora?" Me preguntó el camarero con cara de preocupación. Sólo después me di cuenta de que se me habían caído las lágrimas. ¡Mierda! "Sí. Sí. Estoy bien, gracias". Deja mi plato en el suelo y me dedica una última sonrisa, que le devuelvo, antes de girar sobre sus talones. No puedo evitar sonreír al ver mi hamburguesa con patatas fritas. Me relamo los labios antes de probar esta maravilla. ¡Dios mío! ¡Está buenísima! ¡Hacía cinco años que no comía esto! ¡Cinco años! ¡Estoy disfrutando de mi hamburguesa cuando alguien viene y se sienta delante de mí, en MI mesa! ¡¿Creía que estaba en casa?! ¡Ni siquiera le di permiso para sentarse! Levanto la vista y me atraganto con mi hamburguesa. ¡Hay una bomba delante de mí! ¡Una bomba! ¡Dios mío! Hermoso cabello castaño, ojos verdes, labios... ¡Jodidos labios carnosos! También noto sus músculos bajo su camisa blanca. ¡Debe tener un cuerpo atlético! Cuando me sonríe, me fijo en sus preciosos hoyuelos. Es una belleza divina. "¿Le gustaría una lupa señorita?" me preguntó con voz sensual "¿Una lupa? No, gracias". Le contesté mientras seguía mirando a ese bombón que tenía delante. "Parece que te gusta lo que ves. - Oh sí, ¡por supuesto! No sabes…" Cuando me di cuenta de lo que acababa de decir, me ruboricé, me puse más roja que un tomate y aparté la mirada. Pude ver su sonrisa por el rabillo del ojo. DE VERDAD. Me ha visto mirarle lascivamente. "Eres muy guapa con las mejillas sonrosadas, ¿sabes?" ¡No, no lo sabía, idiota! "Gracias - ¿Qué hace una hermosa criatura sola en una mesa? - Bueno, estoy comiendo, ¿no se nota?" Se ríe mientras enseña sus hermosos dientes. ¡Y una mierda! ¿No hay algo feo en él? "Lo siento, no me he presentado. Me llamo Andre Nelson. Encantado de conocerte". ¡¿Andre Nelson?! He oído ese nombre en alguna parte antes. ¿Pero dónde? "Emily Scott. Encantada de conocerle, Sr. Nelson." Me sonríe y me coge la mano con suavidad. Me estremezco cuando posa sus labios sobre ella. ¿Qué demonios está haciendo? "¿Estás casada o prometida? -¿Lo estás? -El anillo que llevas en el dedo". Me miro entonces el dedo anular. Todavía tenía el anillo de compromiso de Leo, nunca lo tiré. Siempre lo llevaba conmigo y me pregunto si él aún tendrá el suyo consigo. Por supuesto que no. Soy una idiota. "No. -¿No? ¡¿Entonces qué pasa con el anillo?! -Me lo dieron." Mentí. Me levanta una ceja. Me esfuerzo por no dejar caer las lágrimas y creo que se ha dado cuenta porque me acaricia la mejilla. Su mano es tan suave. "Lo siento mucho". Se disculpa mientras me mira con tristeza. "¿Por qué? -Por traerme malos recuerdos. -No te preocupes." Le sonrío y me termino la hamburguesa. Levanto una ceja ante su mirada divertida. "¿Qué? -Eres la primera mujer a la que veo comer una hamburguesa con patatas fritas. -¿Lo soy? -Sí, lo eres. Normalmente sólo comen ensalada. -Bueno, siento decepcionarte pero en realidad no me gusta la ensalada. -Ya lo he visto". Respondió en tono divertido Hablamos durante varios minutos cuando suena su teléfono. Lo mira y sopla. "Me tengo que ir Encantado de conocerla, señorita. -Lo mismo digo." Me coge de la mano y me lanza un beso antes de marcharse. Me ha sacado una sonrisa en cuestión de minutos. Espero de verdad que volvamos a vernos. Cojo mi bolso y me dirijo al cajero para pagar la cuenta. *** De camino a mi coche, oigo a dos personas discutiendo en el aparcamiento. Un hombre y una mujer. Por desgracia, no puedo verles la cara porque están de espaldas a mí. Me subo al coche y me abrocho el cinturón. Sin embargo, no arranco el coche, muy curioso por naturaleza, así que escucho la conversación de la pareja. "¡Pero te digo que no es culpa mía!" grita la mujer. "¡Si es culpa tuya que Maya se haya roto la pierna porque estabas demasiado ocupado jugando con el móvil en vez de cuidar de tu hija!". ¡Qué zorra! Ni siquiera sabe cuidar de su hija. ¿Qué coño estoy haciendo? "¡No tienes que sermonearme, no eres mejor! -¡¿Lo siento?! ¡¿Porque eres perfecto tal vez?! -¡Claro que lo soy! -¡¿Oh sí y de qué manera?! -Sabes muy bien en lo que soy bueno. Haciendo que te corras, cariño." ¡Qué asco! ¡Pero si son asquerosos! "Sí, por eso te quiero más que a esa zorra de Emily". ¡¿Emily?! "Sí, sé que esa zorra no te merecía y tú no la merecías a ella. Y por cierto, esa idiota ni siquiera sabe que la engañaste, es realmente estúpida". Dijo la mujer mientras besaba al hombre que estaba frente a ella". Cuando se dan la vuelta y por fin veo sus caras, casi me desmayo. ¡La pareja que estaba discutiendo no era otra que Melina y Leo! ¡Qué cabrones! ¡Llevan mucho tiempo riéndose de mí!
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