Kilian
Mi palma se desliza sobre su cadera desnuda, saboreando la sensación de tocarla nuevamente. Mis ojos se levantan para observar mí alrededor. Nos encontramos desnudos, en el medio de la sala. Su cuerpo me abraza, provocándome un calor excitante.
Se retuerce dándome a entender su falta de sueño. Despega su mejilla de mi pecho para menear sus espesas pestañas y darme aquella mirada risueña que amo ver cada mañana.
─Buenos días─ murmuro, jugando con su cabello despeinado.
Ella esboza una sonrisa torpe.
─Buenos díaas…─dice estirándose.
Sus senos turgentes quedan a mi vista, saboreo mis labios recordando cada centímetro que besé de su cuerpo, conté cada beso de sus piernas largas y si me perdía, volvía a comenzar. Me agasajé de ella, para premiar a mis deseos.
Su cuerpo vuelv
