Oh, Dios. Me separé de Kayler, lentamente, sin quitarle la mirada de sus ojos ¿Y ahora qué hago? Kayler mira detrás de mí, en donde se supone está Will, y frunce el ceño. Su mirada se vuelve fría y oscura. Apreté los ojos con fuerza y me dispongo a ponerme de pie. —Hola, Will. —lo saludé, en un susurro. Kayler de inmediato se puso a la par mía, rígido. Will me queda viendo con una sonrisa de oreja a oreja y, sin aviso, vino y me abrazó. —Oh, Dios, te he extrañado tanto. —murmuró. Podía sentir sinceridad en su voz. Le devolví el abrazo. —Yo también. —dije. Cerré los ojos un poco pero luego los abrí al sentir cómo tiraban de la camisa de Will, alejándolo de mí. Claro. Kayler. —Kayler. —le amenacé, al ver que se puso delante de mí, mirando amenazante a Will. —Oye, solo estaba abraza