—¿Te molesta si pongo música?—cuestiono alzando su teléfono móvil en el aire. Camila giro a su alrededor, se suponía que ese lugar era una biblioteca, es decir, no podía si quiera hablar fuerte, pero nadie mas había entrado, afuera ya brisaba y la universidad se había vaciado rápidamente.
—Supongo que no— volvió la mirada hacia sus notas.
"Esas traidoras me la van a pagar" pensó en sus amigas y en como la habían excluido de su equipo por no estar presente al inicio de la clase, en otras ocasiones se animaban a rogarle al profesor para que las tres pudieran estar juntas, pero precisamente hoy había sido la excepción.
—¿Qué tipo de música te gustaría escuchar—le interrumpió nuevamente Aaron, ella alzo la vista uno segundos e hizo una especie de mueca de molestia.
Sabia perfectamente que
