UN MUNDO TAN VIL COMO PARA VIVIR
Era un hermoso día primaveral donde se podía observar el azul del cielo que estaba despejado, las flores reverdecían, como volviendo a empezar pero acostumbradas con su ciclo anual de la temporada
Todos estaban felices con la llegada del tan anhelado nuevo m*****o de la familia que ya estaba por nacer, se encontraban todos en el hospital cuando comenzaron el alumbramiento un poco antes de las diez de la noche pero naciendo en la madrugada
El padre podía saltar de la emoción al imaginarse a su hijo cuando nació, estaba tan feliz como su hijo (el hermano del anónimo m*****o)
Los dos a la espera corrieron a verlo cuando les dijeron que podían pasar y ya durante la noche estaban todos en casa apreciando al nuevo pariente que era un varón
– ¿Cómo le pondremos? – Preguntó el padre con su bebe en brazos en el cuarto mientras este dormía
– Pues como su padre – Respondió la madre recostada en la cama
– ¿Y porque no como el hermano? – Preguntó el chico en forma de broma que estaba cerca de la puerta
Casi que no dormían ese día por querer seguir viendo y cargando al frágil y pequeño niño, pero ya entrada la noche después de más de veinticuatro horas decidieron ir a dormir cuando ya estaba entrada la madrugada
Un poco más tarde quizás faltando ya poco para que amaneciera empezó a hacer mucho frio y a llover de manera agresiva como si no hubiera un mañana
Un ruido despertó al padre y muy minuciosamente se levantó de la cama pero despertando a su hijo mayor que dormía al otro lado del cuarto, ambos se levantaron con sus varitas en mano y salieron al corredor de la casa de dos pisos ambos sabían que significaba que hubiera lluvia, y lograron ver entre la oscuridad una sombra mucho más oscura y que se lograba apreciar por lo mismo, era más oscuro que la misma noche y de pronto ambos al unísono gritaron el mismo conjuro y salieron disparado dos rayos de luz azul que se unieron en su trayecto en el aire iluminando todo a su paso, pero no lograron dar con nadie porque la sombra alzo su mano lanzando un hechizo que choco con el de ellos en todo el medio del pasillo, un rayo verde y otro azul se encontraron quedando el centro del choque de color amarillo cuando se ligaron los rayos e iluminando la mayoría de los cuadros que se encontraban cerca
– ¡Quita tu varita! – Le gritó el padre
– ¿¡Qué!? – Exclamó el chico volteando a verlo – No lo haré
– Vamos tienes que hacerlo – Dijo intentando convencerlo – no durare mucho tienes que avisarle a tu madre ve y escapa con ella
El chico casi contra su voluntad saco su varita y tan pronto lo hizo corrió a subir las escaleras hasta el cuarto de su madre quien ya estaba despierta a punto de salir cuando se encontraron.
– ¡Vamos mama rápido agarra al niño! – Dijo el chico y la mujer agarró al bebe en sus brazos tan rápido como pudo
Bajaron rápido por las escaleras del otro lado de la casa pero justo cuando se disponían a cruzar se encendieron todas las luces de la casa y eso solo podía significar una cosa, ya había muerto el padre, al chico se le salió una lágrima de tan solo pensarlo
Se escucharon pasos en la planta de arriba pero era solo una trampa cuando llegaron tres personas una en el medio y las otras dos a los lado a un paso de él un poco más atrás
– ¡Corre!, ¡corre!, ¡corre! – Le grito el chico a la madre quedándose allí parado dispuesto a enfrentarlo
La mujer comenzó a correr pensando que su hijo iba detrás pero se había quedado para un duelo
– Vayan por la mujer y el niño yo me encargo de él – Dijo la oscura forma humana – ¡quiero al niño vivo! – Terminó de indicarles a los otros dos y él que estaba al otro lado del pasillo se quedó allí
Y ambos se esfumaron en dos celajes negros que pasaron a los lados del chico quien no pudo hacer nada para detenerlos
– ¿Sabes? – Comenzó a decir – En mi trabajo como cazador mágico mi sueño siempre fue atraparte – Dijo el chico tratando de entretener al hombre pero solo alargaba su agonizante fin, sabía que no tenía poder suficiente como para enfrentarse al mal personificado – Esto ameritaría mi ascenso
– ¿Si? Pues aquí estoy, inténtalo – Dijo una voz ronca y gruesa desafiándolo
– Si – Respondió – por supuesto que lo ¡HARÉ! – Mientras vociferó estas últimas palabras alzo su varita apuntando a su contrincante quien hacía lo mismo
Dos rayos verdes se encontraron en todo el centro del segundo pasillo de la casa, cada quien con una puerta a su espalda
La mano del chico temblaba mientras pensaba en su vida y todo en lo que no hizo y que pudo haber evitado que su padre muriera si no le hubiera hecho caso
El hombre al saber que su contrincante no se merecía ese título decidió acabarlo lo más rápido posible, empezó a caminar hacia el chico acortando el encuentro de los rayos, cuando se paró a quizás unos cinco metros de distancia
– Cuando me amenazabas – Comenzó a decir – creí que por fin había encontrado a un verdadero rival – Dijo con sinceridad maquiavélica – pero no me entretienes – Terminó de decir para alejarse un poco y comenzar a agitar su mano con la que sostenía la varita – Algia, oma, osis, ¡OSTOMIA! – Casi gritando pero pausado dijo estas palabras hasta llegar a la última.
Al terminar de decirlas todo se apagó hasta la vida del muchacho que cayó a un lado de la puerta después de que un rayo n***o lo golpeara en el pecho
– Tenias futuro como cazador – Dijo acercándose a él quien todavía agonizaba –
Lástima – Dijo el hombre que salió en una bruma negra tan rápido que ni siquiera pasó un segundo
La mujer corrió hasta entrar al pequeño bosque donde caía la lluvia como si fueran balas y de una manera que parecía que se podían caer los arboles con las descargas eléctricas
Después de llegar al bosque alzo el vuelo en un celaje blanco aferrada a su hijo pero poco después la alcanzaron los dos hombres aunque ella con un par hechizos y maniobras de su cuerpo hizo que cayeran rápidamente dándole un poco de tiempo para poder escapar hacia el sur oeste saliendo de Europa
Poco tiempo después llegó a una isla donde había un gran castillo que por su fachada se lograba a preciar que era antiguo, ella cansada por el vuelo casi cae cuando subió el último escalón hacia la puerta que se abrió con ella ya de rodillas ante la entrada
Un hombre llegaba casi corriendo para socorrerla en el mismo momento, él era un poco mayor vestía una túnica blanca y un gorro puntiagudo, tenía el cabello blanco aunque su gran barba apenas perdía el color, ayudó a su hija a levantar del suelo después de quitarle el peso de su hijo para dárselo a una mujer ya mayor también aunque un poco más conservada
– Mira que bebe tan hermoso – dijo la señora con una media sonrisa contagiando al bebe que se despertó en ese momento
El cielo oscuro más que la noche y los relámpagos avasallante e incendiarios y la lluvia junto al clima frio eran parte de un nuevo ciclo en el que cualquiera podía ver el augurio de la muerte en cada brisa que abrazaba a quien pudiera llegar
Juntos caminaron hasta que llegaron a un largo salón y solo habían dos mesas tan larga como el sitio, llegaron hasta el otro extremo, la señora se había quedado con él bebe cerca de la entrada meciéndolo para que se durmiera de nuevo
La noche desaparecía entre el alba que comenzaba a iluminar el sitio cesando la tormentosa lluvia dejando paso solo al frio mañanero mientras ellos se sentaban en unos banquillos de los que estaban cerca de la mesa
– Hija – Dijo en tono preocupado haciendo una pausa – ¿qué paso? – Preguntó el longevo hombre en toso suave y delicado (Cualquiera pensaría que ya sabía lo que había pasado)
– ¡Los mató papa! él los mató – respondió la mujer con lágrimas en los ojos – Estoy segura que venía por mi hijo – Continuó alterada
– Cálmate mi niña – Intentó serenarla – relájate ya todo pasó, ya pasó – Dijo el hombre intentando calmarla cuando la acogió entre sus brazos
Y cuando pareció olvidarse de todo por un momento el hombre se separó de ella acariciándole el rostro y secándole las lágrimas
– Hizo lo mismo con tu madre ¿lo recuerdas? – Dijo viéndola a los ojos con una sonrisa acongojada mientras un recuerdo se paseaba por su mente – Era de esperarse, ahora tenemos que buscar una solución para que no se acerque a ustedes – Siguió diciendo el hombre con su calma que ya lo caracterizaba – Yo te protegeré así como intente hacer con tu esposo y tu hijo en este lugar, podrás ayudarme a dar clases
– No padre, no – Interrumpió ella – mientras estemos en este mundo no habrá lugar donde podamos estar seguros, incluyendo este – Dijo con algo de lastima – el más seguro protegido por el más poderoso – termino de decir con algo de ironía
– ¿Qué piensas hacer entonces? – Pregunto el hombre
– Irme lejos, ya sabes a donde – Añadió la mujer
– Si supongo – Dijo bajando la mirada como si esa idea no le convenciera – ¿Podrás vivir sin magia? – Preguntó el hombre de pronto
– Si, por supuesto que si – Respondió sin titubear
Ya estaba por terminar de salir el sol cuando se acercó la mujer que estaba a lo lejos con el niño en sus brazos que había logrado dormir
– Ya están por despertar a los chicos tenemos que ir al comedor – Le dijo la mujer al octogenario hombre
– Si ya terminábamos – Respondió – Ven con ella tienes que dormir, yo me encargare de todo – Terminó por decirle a su hija
La chica se fue con la mujer que tenía a su hijo y llegaron al cuarto de su padre la mujer puso al bebe que dormía plácidamente sobre una cuna que hizo armar rápidamente con algo de magia mientras la chica se sentaba al borde de la cama
– ¿Sabes? Es primera vez que entro a su cuarto – Dijo la mujer en tono de complicidad – algunas veces es tan misterioso
La chica sonrió porque sabía perfectamente de que hablaba y la señora salió dejándola sola con su bebe
– Que descanses – Le pronóstico la señora antes de salir
– Gracias – Sin más solo respondió
***
Logró dormir después de dar vueltas y vueltas sobre la cama pero despertándose por la culpa de algunas pesadillas
Despertó alrededor de las diez de la mañana, se cepillo, bañó, arreglo la cama, le dio de comer a su bebe y salió por uno de los pasadizos hasta llegar al mismo salón de la noche, caminó hasta llegar a su padre y saludarlo
– Buenos días hija – Saludó el padre
– Buenos días papa – Respondió ella – Mira a tu nieto se quedó dormido después de comer
– Es hermoso ¿No? – Pregunto el hombre – Como su abuelo claro – Terminó de decir con una sonrisa picara
– ¡Que vanidoso! – Exclamó la chica sonriendo un poco por primera vez
– Veo que no te olvidaste de los pasadizos por los que siempre te escabullías para hacer travesuras
– Es imposible, este castillo trae tantos recuerdo que nada mas de verlo se puede recordar hasta lo más mínimo
– Ya me encargue de que trajeran los cuerpos – Dijo con un poco de nostalgia tratando de suavizar sus palabras después de la conversación que estaban teniendo
Ella Bajo un poco la cabeza como tratando de reconocer la verdad, aceptando que debía despedirse de quienes no volvería a ver y se acercó a los féretros que estaban cerca de la pared después de subir las escaleras con las tapas abiertas
Logró ver primero a su hijo a través del vidrio contemplándolo y despidiéndose de el para luego hacerlo de su esposo, hablo con ellos de su hijo y de su hijo con ellos
Se sentó para pasar todo el día allí pensando en que era lo mejor para ambos si se tenía que ir o no, para aceptar su destino y estar en paz con ella misma
– Hija sé que todo esto no es normal y que quizás no quieres saber de más nada, ni quieres nada siquiera comer pero aquí te traje algunas galletas y café
Ella sin decir nada lo acepto, sabía que su padre tenía razón, debería tener fuerzas para recuperarse rápido si se pensaba ir
***
Al llegar el día del entierro estaban allí dos sarcófagos dispuestos sobre sus fosas bajando lentamente mientras ella lloraba arrodillada en el medio de ambos aceptando por última y definitivamente la muerte de los dos seres mientras un padre le rezaba y los encargaba a dios
Su padre con su mano sobre su hombro dándole aliento la aconsejaba sobre su destino y sobre lo que sería mejor en su incierto futuro pero ese día terminó tan rápido como empezó y ya ella se encontraba sobre la cama de su cuarto que ya tenía asignado (al menos por los días que estaría allí)
***
Llego el último día del tercer mes del año y estaban los tres preparados para despedirse, el día volvía a ser soleado y un poco cálido pero a la vez fresco
– Ya me tengo que ir – Dijo ella meciendo a su bebe en los brazos
– Si, lo sabemos pero una última cosa – Dijo su padre – ¿Sabes que tu hijo tiene derecho a regresar para estudiar aquí? Este es su mundo naturalmente
– Si, sé que es así y espero que durante esa época esto haya mejorado
– Yo también – respondió él
Se despidieron cuando el padre le dio un beso en la frente y la señora en la mejilla, volteó después de abrir la puerta para cruzarla desapareciendo entre la abrumadora y agonizante luz
Yéndose junto a su historia acabada de escribir pues desde esa noche no volvería a ser la misma mujer acostumbrada a la facilidad de la magia, desterrándose a sí misma para tener un futuro en el que se pudiera visualizar al menos viva
***
– ¿Y eso paso en la vida real? – Preguntó una voz infantil de un niño
– Si por supuesto que si – respondió una mujer aunque no era verdad lo que le corroboraba a su hijo
Estaba sentada sobre la cama leyéndole la historia a su hijo, como acostumbraba a hacer todas las noches desde que lo comenzaron a leer
– ¿Y termina así? – Preguntó el chico
– Si parece que allí termina, pero ahora te tienes que dormir – Dijo la madre arropándolo hasta el cuello
– No mama, mañana no tengo clases – replico el chico
– Si pero igual tienes que dormir – Dijo la madre
– Además yo sé que hay más mama – Hurgó el chico
La madre que ya se había levantado con el libro en su mano derecha a punto de apagar la lámpara del otro lado cerca de la ventana se quedó pensando si seguir leyéndole o no
– Tengo que trabajar mañana – Intento persuadir a su hijo la mujer
– No es tan tarde – Aclaró el chico
La madre que sonrió porque se enorgulleció al acordarse que tenía un hijo muy listo accedió a seguir leyéndole otra parte del libro para luego irse a dormir