Saco mis dedos de su interior y ella chilla en protesta. Me pongo de rodillas entre sus piernas para desabrocharme el pantalón y quitarme el cinturón. Ella me mira desde abajo, pero yo no miro sus ojos ni su cara, solo contemplo la hermosa figura que ha estado escondida bajo su ropa todo este tiempo. Ni siquiera sé cómo tuve la fuerza para contenerme y no tomarla antes; quizás porque para mí su seguridad era más importante que mis deseos. Me quito la camisa y todo lo que traigo encima con la rapidez que puedo reunir. Me inclino hacia ella de nuevo, abriendo sus piernas por completo para poder entrar. Capturo sus labios para evitar que replique por lo rápido que voy. Ya no me importa dónde estamos, solo quiero sentirla, saciar esta necesidad, mantenerla con vida aunque sea de esta forma po