En cuanto termine de vestirme, me recosté en la cama para descansar un poco más, empecé a tener la sensación de que no había dormido lo suficiente por lo que mis ojos me pesaban y me empecé a quedar dormido pero el timbre de mi teléfono me lo impidió. Me frote los ojos y resople frustrado aunque no tanto por la idea de que fuera Benjamín el que me estuviera llamando pero no era así y mi mal humor se apodero de mí en cuestión de segundos. Era Carter y de mala gana conteste el teléfono. - Hola Jude. - ¿Qué pasa Carter? – conteste sin una pizca de felicidad. - Que milagro escuchar tu voz, pensaba que estabas muerto. - No estoy muerto – asegure – además escuchas mis voz todos los días en la universidad ¿Por qué sería un milagro? - Es cierto – confeso – pero no sé, te he sentido un poco d