Sucedió lo inevitable, una horda de noticias malintencionadas inundó los medios y Saray estaba en el ojo del huracán, ella era vista como una rompe relaciones, aprovechada y astuta mujer de la calle. No podía salir de casa sin ser fotografiada, por lo que Nozel le puso a su hija guardas espaldas para protegerla a todo momento. A pesar de que un equipo de alta seguridad protegía a su hija, Saray no se sentía mejor, ¿Qué dirá su bebé si se da cuenta de lo que está pasando? ¿Cómo es que aun sin querer es un peligro para la integridad de su hija? Saray se sintió mala madre en todos los aspectos. Nozel y Fernando habían hecho equipo para lograr levantarla y sacarla de esa recaída que al parecer está siendo más brutal que las demás, pero nadie podía levantarla de la cama sin que rompiera en