"No me importa. Voy a resolver esto. Y tú no puedes hacer nada al respecto". Sabía lo que estaba haciendo. Estaba empujando mis límites y cruzando la línea con él. Él pisó el freno tan repentinamente, que me abalancé hacia adelante por tercera vez en el día. Jadeé cuando se giró y me miró con tanta rabia y crueldad que hizo que sus hermosos ojos verde pálido parecieran casi mortales. "¡No harás una mierda!" Rugió, una vena se hizo prominente en su cuello. "Te quedas donde se supone que estás y nos dejas esta mierda a mí y a tu padre, o te juro que lo dejaré todo y..." El teléfono de Harry sonó de la nada, la melodía quebró la tensión rápidamente con un simple elemento perturbador. Observé con los brazos sobre el pecho cómo subía y bajaba, encendida por otra discusión con él. Miró fijam