Amber lo miró a los ojos. Esa vez no vio su reflejo. Ella no podía mostrar sus sentimientos, no le decía palabras bonitas a las personas ni mostraba su lado amable. Cuando de sentimientos se tratase, ella era como una roca. Christopher sin embargo era rudo en su exterior, pero dentro no era más que un niño asustado. Temía por su aventura con Christina, temía que el caso no resultara como ellos esperaban y que Amber se volviera más despiadada. Pero más que nada temía que cuando el tiempo del caso terminara, no pudieran volver a verse. Él quería permanecer a su lado durante más tiempo y poder conocerla. Christopher negaba lo que ella era. Creía que Amber tenía una máscara de amargura que la resguardaba.
Y en parte tenía razón. Amber se marcó una reputación para alejar a las personas que qu
