Después de enterarse que los Daniel’s se colgaron en la sala de su casa, Amber no sabía qué hacer con su vida. Una cosa tras otra, cada una peor que la anterior. Primero la fuga y muerte de Brandon. Después la llegada de Russell para desordenarle la vida, y por último la muerte de los Daniel’s. Amber creyó que tenía un cuervo en el cuello que con cada muerte le picoteaba la yugular. Tantas muertes la llevaban al borde del delirio. Ni siquiera Ferrer podía mantenerse tranquilo, cuando lo único que ambos deseaban era un poco de tranquilidad en su vida. Fue un golpe tras otro, cada uno más doloroso que el anterior. Amber se mantuvo fuerte, regia, mientras Christopher veía el cuerpo de ambos colgados en la sala. El policía que custodiaría su casa para evitar que se alejaran de la ciudad, enc