Mi Ángel Demonio

chispa 07

Desperté, me incorporo despacio, masajeando mi cuello, el cual se encontraba entumecido, me deslizo hasta la orilla de la cama, y ´permanezco ahí por unos minutos antes de incorporarme, bando mi cuello, el cual siento entumecido, después de unos minutos en la cama consigo incorporarme, estaba agotada, pero aun así, sabía que tenía muchas cosas que hacer, no era tiempo de holgazanear, me levante de la cama y empecen a organizar algunas cosas que estaban fuera de lugar en la habitación, la noche anterior estaba tan cansada que ni siquiera me di cuenta de cuando me fui a la cama.

- Malia, estás tan cansada que no recuerdas las cosas que haces, agiliza el paso, tienes muchas cosas pendientes por hacer y mírate perdiendo el tiempo. -me digo a mí misma, mientras continuaba arreglando la habitación, mi mirada viaja a la puerta donde se encuentra, con el individuo observándome con el ceño fruncido, mientras parecía buscar a alguien la habitación, no sé cómo se hacía para caerme tan gordo.

Aidan

- ¿Estás hablando sola? -dice como si estaba convencido de que hubiese alguien más en la habitación.

- ¿Conoces algo llamado, privacidad y respeto por el espacio ajeno? -dije con evidente molestia, no conseguía entender por qué me fastidiaba tanto su presencia, quizás se debía a que no habíamos conocido en las peores circunstancias o la recién ruptura con mi ex, me había creado una especie de fobia por los hombres.

- No, pero -dice acercándose a mí, eliminando todo el espacio entre los dos. -¿Podrías enseñármelo?, te sorprendería lo rápido, que aprendo. -dice embozando una media sonrisa, sentí su aliento en mi cara, y el calor de su cuerpo tan cálido como el mismísimo infierno.

- No. -dije en una sílaba para aplastarle las bolas con mi rodilla. -que ni se te ocurra, volver hacer eso, porque la próxima no seré tan linda. -Mientras arrugaba sus cachetes con mi mano, como si de un bebe se tratase, para apto seguido dirigirme al baño, y cerré este con un portazo, me deslice sobre la puerta hasta caer al piso, muerdo mi dedo intentando contener el flujo de energía que estaba luchando para salir de mi cuerpo en estos momentos, una parte de mí estaba orgullosa de no dejarse intimidar, pero otra gritaba que acabas de hacer, él se veía como el típico chico malo, que te echaría en una funda luego de haberte matado sin remordimiento algunos, que acababa de hacer, no, no se lo tiene bien merecido, no debía acercarse así a mí.

kj

Ethan

- Esa es mi chica. -dije con orgullo dando saltos por el baño, una enorme sonrisa se había pintado en mi cara, estaba orgulloso y emocionado ante lo que acababa de pasar, y es que yo mismo había querido bajarle el enorme ego que se trae,. -Amo, cuando me haces caso, deberíamos repetir esto, más seguido, en serio, sí que hacemos un gran equipo. -Confesé, mientras la observaba comerse las uñas de los nervios, era tan adorable, y buena para este mundo, estaba más que convencido cada día de que estaba en el lugar equivocado, una jauría no es lugar para una oveja, sabía que tarde o temprano la perdería era las reglas, pero no podía estar quieto ante la idea, desde este momento y hasta siempre quería protegerla y cuidarle, y si ello incluía dar mi vida, lo haría con gusto, ladee mi cabeza intentando calma el flujo de pensamientos que entraba a mi mente, aquello estaba mal y no estaba bien que yo lo pensara así, después de todos las reglas eran reglas, no podía encariñarme, como si fuese eso posible, sonreí con amargura.

Aidan

Con que esas tenemos, que conste, que lo intente, intente ser amable contigo, a esas quieres jugar, espero y seas igual de valiente para afrontar las consecuencias, estaba más que seguro que el estúpido guardián tenía que ver con eso, y ambos me la pagarían, eso dalo por hecho, me incorpore y camine hasta mi habitación no sin antes cerrar la suya con un portazo, entre a mi habitación como hoja que lleva el viento, después de dar varias vueltas intentando calmarme, decido darme un baño, ella era irritante, me enojaba el hecho de que creyera que con esa dulzura que emana, solucionaría los problemas del mundo y peor aún, que se saldría con las suya conmigo, de repente lo siento ese cosquilleo característico me lo anunciaba.

- Sal, de ahí podría sentir tu presencia a 2 kilómetros. -dije mientras dejaba el agua corre por mi cuerpo, lo sentía, alguien me estaba observaba, aunque no pudiera ver quien sabía que estaba, una vez eres un caído, una de las cosas que pierdes es la habilidad, o más bien la gracia de ver los seres de los otros dos planos al menos claro, que ellos se dejen ver, es una de las partes más difíciles cuando estás acostumbrado a mirar más allá de una perspectiva humana, saber que ellos están ahí todo el tiempo moviendo los hilos me hacía sentir atado y en ocasiones frustrado.

flash back

Todo mi pecho dolía, una sensación extraña me invadía y me hacía estremecer sobre mi propia piel, mire mis alas, pero estaban hechas cenizas, mire a mi alrededor y no estaba en casa y mucho menos cerca. - no, no, no puedes hacerme esto padre, no después de todo lo que he hecho.

Un extraño líquido salió de mis ojos, mientras intentaba asimilar lo que me estaba ocurriendo. -quiero ir a casa, por favor- sollocé mientras me abrazaba en el suelo, las imagines de lo ocurrido había llegado a mi cabeza, había roto las reglas por ella y estaba siendo castigo por ello.

Rece a todos mis hermanos, día tras día, noche tras noche, pero ninguno me respondió, ninguno dijo algo, ninguno le dijo a mi padre, que lo sentía, pero tampoco mi padre nunca fue por mí, no valía tanto como aquella oveja del pastor, ni tanto como un humano, porque si eran digno de su misericordia y su amor, y sentía rabia y celos, esta vez entendí a Caín, sentí su dolor a sentirse insuficiente ante su padre, innecesario, esta vez no llore, tampoco volví a invocarle, estaba herido y solo en este mundo.

fin de flashback

- Aún conserva tu gracia. -dice revelando su presencia Sam, divise una enorme sonrisa en su rostro, mientras me daba un abrazo, para luego percatarse y darme espacio.

- Y tu has estado pasando mucho tiempo con los humanos, dije refiriendome al abrazo que acababa de darme. -digo fruciendo el ceño, a lo cual constesto suspirando profundo.

- Intento hacer, que te sientas comodo, si tengo un hermano humano debo aprender cosas humanas. -dijo soltando de golpe. -He intentando hablar con los demas.

-Te he dicho que no necesito tu intervencion, me la estoy pasando de maravilla aqui.

- ¿Quien es ella?, sabes que tienes prohibido convivir con los humanos. -dijo recordandome.

- Esas reglas no applican para mi, tecnicamente soy un humano.

- Odio cuando te pones en ese plan.

- Sam..

- He venido a ver como estas. -dice redireccionando la conversacion.

- Hace un momento me estaba bañando, cuando has llegado y te has quedado a observabarme como pervetida.

- No te pongas ñoño, . -dijo sonriendo

- Dices que soy yo, el que ha adquirido sentido del humor.

- Aida.... -le interrumpi esta vez.

- Me he seguido haciendo vulnerable antes emociones humanas. -dije respondiendo su habitual pregunta.

- Entonces...

- Oye te he sentido esta mañana, y he sentido a otro.

- ¿otro?

- si, fue breve y rapido. -dije restandole importancia.

- Si eso es cierto, sabes lo que significa.....

-Sam, debes calmarte y dejar esto un rato, puede parecer que no estoy bien, pero estoy bien, estoy disfrutando esto.

- Tu no entiendes. -dice como si no comprendiera lo que acababa de escuchar de mi.

-Te escucho.-conteste

-Si te haces, si te sigues volviendo humano, morias y tu relacion con padre no es la mejor, tengo miedo por ti y porque eres mi hermano.

-Te llevo conmigo a todas parte y te llevare toda la vida, donde sea que este. -dije abrazandola esta vez.