Durante días había planeado aquel día. Primero, monté un pequeño set en mi habitación, con un sofá individual. Lo cubrí con una sábana negra satinada, y lo coloqué frente a una pared desnuda. Tenía que resultar irreconocible. La siguiente fase fue colocar una masa sobre un tripie, la conecté a la laptop y todo lo enlace al celular. De esta forma podía iniciar o terminar cualquier transmisión desde mi celular. Y sobre todo, podía controlar aquello que debía ser visto. Estaba nerviosa. No me importaba que el mundo viera mi cuerpo desnudo. Solo que, por el momento, no deseaba que me reconocieran. Así que busqué el ángulo adecuado para que la cámara encuadrara mi cuerpo, pero dejara fuera mi cabeza. No necesitaba mostrar más. Finalmente, necesitaba el contenido de la transmisión. Definitivam