Y así de fácil se escapa mi sensación de triunfo. Quiero gritar para desahogarme, pero él podría escucharme y no pienso darle esa satisfacción. Tal vez ser tan prudente con Richard es lo que me tiene en esta extraña situación, así no soy yo, he sido casi una santa desde que lo conozco, aunque el motivo real es que coincidió con haber conocido a Oliver. Tengo un par de espinitas que debo sacarme y me cansé de que me deje con ganas de más (en muchos sentidos), pero debo concederle un punto y es que es verdad que no le he mostrado mi verdadero rostro a Oliver y no pensaba hacerlo, hasta que nuestra relación se solidificara y Richard saliera de la ecuación, pues estoy segura de que sin él cerca no tendré dudas de nada, pero tal parece que debo abandonar esa idea. Tomo mi celular y levant