Tomo el vaso en mi mano, lo levanto un poco y el líquido adquiere una hermosa coloración dorada al observarla a tras luz, sin pensarlo más, bebo un primer sorbo, el cual siento que a pesar del hielo, quema un poco mi garganta. —No me interrumpas hasta que termine, ¿vale? LORENA, 15 AÑOS DE EDAD Mi rebeldía en los últimos meses había surtido efecto, aún no tenía la libertad normal de una chica de mi edad, pero había muchas cosas que sí cambiaron, entre ellas mi apariencia. Mi transformación inició con un corte de cabello radical, seguido con un cambio en el estilo de mi guarda ropa y con uso de maquillaje, lo cual confieso, debo agradecer completamente a mis nuevos amigos de internet. Entre ese grupo, conocí a un chico llamado Joel, quien fue oficialmente mi primer amor y con quien en