¿Qué se responde a eso? ¡Sí! Esa sería la respuesta lógica, porque Oliver, aunque está encubriendo su negocio actual con Richard, es, en teoría, el hombre perfecto y el único de mis elecciones que mis padres aprobarían. Es guapo, trabajador, soltero, sin hijos ni antecedentes penales. Mis padres tardarán en darse cuenta de ese gran tatuaje que ocupa su brazo derecho, así que eso no es problema. El problema soy yo. ¿Qué estoy buscando? ¿Qué quiero realmente? Debe ser problemas, porque no hay otra explicación lógica para esta dualidad que siento. Me incorporo en la cama y pongo mis piernas a cada lado de su cadera, iniciando un vaivén lento sobre su cuerpo, con el cual puedo sentir como despierta ente el roce de mi ropa interior de encaje, esa parte que tanto disfruto de su anatomía, incl