¡Aaaah! ¡Que perro cansancio! Imer sentía su cuerpo cansado, despues de pelear por Samantha contra aquel alfa, recibió la llamada de su padre, este quería verlo para lo mismo de siempre. Era extraño el como puedes extrañar a una persona que aunque cerca se sentía tan lejana, hacía mucho tiempo que había tenido problemas con sus padres y los había olvidado completamente, gracias a cierta alfa cachetona que cada día iba ganando mucho más terreno en su corazón. ¿Por qué? ¿Acaso se estaba volviendo loco? No podía tener esos pensamientos, tal vez si fuera un Omega de dulce aroma, pero Samantha Bennet era una alfa de olor fuerte y dominante y sobretodo, un león. En momentos como esos era que necesitaba un buen trago para olvidar de nuevo sus problemas, porque ahora ni siquiera tenía a Sama