Me muevo sobre la cama y aun cuando siento el sueño potente, algo que me hace abrir los ojos. Al abrirlos no puedo evitar el grito de terror que se escapa de mis labios al ver unos ojos verdes enormes mirarme con aires lunáticos. Eso antes de escuchar la risa fuerte de Amanda que se encuentra a un lado de la cama. La puerta de mi habitación se abre y Alice en aires desaliñado y baba seca en la mejilla entra con un bate de metal que guarda en casos de peligro siempre. Su cabello n***o parece un nido de pájaros, parece como si se haya electrocutado. —¿Dónde está el peligro?—pregunta. Sus ojos aún siguen hinchados y la veo parpadear como si aún no se acostumbra a estar despierta. —Yo—la risa de Amanda no la deja hablar—lo siento Breanna, es algo que solía hacerles a mis padres y luego a la