Las burlas pueden fácilmente encaminarte al infierno. Y de eso me doy cuenta mientras miro a mi madre que tiene los ojos rojos de tanto llorar, es malo que me ría de ella, pero es tan gracioso porque parece que me fui hace años y ella no me había visto. Y solo tengo tres semanas sin venir a visitarla y cuando estacioné mi auto frente a su casa entonces ya la tenía sobre mi cuerpo con un abrazo de muerte mientras ella lloraba como si fuera mi funeral. Ahora solo contengo las ganas de reír mientras la miro desde mi asiento. Tengo ganas de reír ya que le prometí venir la semana pasada, pero como no vine acabo de inventar la excusa más idiota que me pudo llegar a la cabeza; mis zapatillas favoritas se rompieron y estaba dándole luto. Lo sé, muy original. Su cabello castaño a la altura de sus