Dominick enreda sus brazos en mi cintura alzándome para abrazarme. Mis manos van a su cuello y aspiro su aroma, j***r, es que este hombre realmente me encanta. Siento su beso en mi cuello antes de dejarme sobre mis pies y sonreírme como un niño pequeño. —Viniste—murmuro con sorpresa, Dominick pasa las manos por su pelo viéndose ardiente. Aunque estoy al creer que todo en él es ardiente para mí. —Las últimas reuniones se cancelaron y me dije, ¿Por qué no ir por mi loca favorita?—sus palabras me hacen reír y yo lo abrazo despacio mirándolo fijamente, él acaricia mi cuello con tranquilidad sin quitarme los ojos de encima. —¿Acaso tienes más locas?—pregunto curiosa, él se ríe y acaricia mis labios con los suyos. —No, vine por la única loca que tengo y que me interesa—me alejo y tomo su m