Porque así lo quiero

Mamá estaba en la sala conversando con sus amigas. Todas mías amigas ya tenían pareja y hasta hijos, excepto yo. Algunas de sus amigas se quejaban, porque sus hijas ya no tenían tiempo para ellas y ya no les traían regalos. Mi madre por su lado decía tener el privilegio de todavía tenerme en casa y no se podía quejar, porque era muy normal en mí consentirla de vez en cuando. Estaba con el ego por los aires y con una sonrisa de oreja a oreja, oyendo detrás de la puerta. - ¡Ella está soltera porque nadie la aguanta! - se oye desde mi cocina. Mis ánimos cambiaron de un modo drástico y quería lanzarme sobre él; ese mocoso de seguro se le había escapado del infierno al demonio. Se oyen murmullos y un par de risas tímidas por parte de las invitadas de mamá. Mi mamá me conoce o eso cree, así que se coloca por delante de mi hermano al verme salir de mi escondite. Con los pocos ánimos que me quedan les sonrió a todas y me dispongo a salir de casa. Nadie me detiene y eso me tranquiliza un poco. El parque es hermoso y como es primavera todo está colorido, caminar allí es mi pasión. El cielo parece saber el bochornoso momento que pasé y me premia con una lluvia suave, como me encanta caminar bajo la lluvia. Aún no he tenido un beso bajo la lluvia, pero es mi mayor fantasía...y luego digo que no soy cursi. Sonrió tras este pensamiento. No tengo muchos amigos, pero no soy asocial, suelo agradarle a casi todas las personas con las que hablo. Uuuuuy, se me olvidó presentarme: Mi nombre es Danae Carol Céspedes García, tengo 28 años, vivo con mi madre y el mocoso odioso de mi hermano menor (Harol). Mi padre falleció hace ocho años, cinco meses y 21 días; aún cuento los días y espero que vuelva; sé que suena a locura, por eso no se lo digo a nadie y finjo estar bien. Dejando el paréntesis de la presentación. Oigo sonar mi teléfono y veo los mensajes de Sebas confesando su amor por mí, estoy cansada de explicarle que no quiero nada con él. Ser amable a veces te trae muchos problemas. Sebastián es un chico de mi barrio; es unos cuatro años mayor que yo, no solíamos hablar en persona, pero lo hicimos por teléfono justo cuando pasaba por un mal momento. Haciendo memoria.. Esa tarde lo vi salir de su salón con una mirada triste. Yo decidí fingir no haberlo notado y le mostré la mejor sonrisa que tenía. Le pedí que me acompañará a un lugar porque me moría de ganas de ir hacia allí. Aceptó de mala gana y me acompañó. Luego de un tiempo ambos nos encontrábamos en campo abierto a afueras de la ciudad, pero le pedí que siguiera caminando porque yo tenía un lugar especial allí (Sólo quería que nos alejáramos de la multitud), cuando note que la distancia era lo suficientemente buena me detuve. -¿A dónde me has traído?- dijo dirigiendo asia mí una mirada interrogativa. -Tranquilízate, no traigo ningún arma blanca en mi bolso-respondí con una sonrisa juguetona. -Uuuuy, que miedo, pero no te imagino en el papel de una asesina serial- fingió pensarlo- te falta talla- agregó. Él era sólo un conocido, pero sabía lo que era sentirse solo y no quería que se sintiera así. Por ello ignoré su broma sobre mis lindos 1.55 m. Traía un par de cereales en el bolso y le ofrecí uno, comimos y nos acostamos sobre el pasto mientras veíamos las nubes. -Tuviste un mal día, ¿Verdad?- le pregunté. -Llevo días luchando con el mismo profesor, simplemente no entiendo que es lo que hago mal, siempre acaba humillándome en frente de toda la clase...hasta creo que empiezo a detestar física- lo dijo con una mirada llena de irá y tristeza. Las cosas parecían ser serias, porque él era muy bueno en esa asignatura. Me alcé del suelo, mientras él me veía con extrañeza. -¡Profesor de física de Sebastián, eres un ser detestable, sólo destruyes sueños ajenos!- tome un poco de aire- ¡De seguro alguien destruyó los tuyos y descargas tus fracasos en otros!- grité con aún más fuerza. Sebas se alzó del suelo y me vio con extrañeza. Yo ya lloraba para entonces porque alguien había hecho lo mismo conmigo y no lo había liberado entonces. Sebas me tomó entre sus brazos y me dijo: -Chiquita, eres tan sentimental- y antes que añadiera algo más, continúe. -Anda, grita tú también y desahoga esa rabia contra ese profesor de pacotilla- con la voz un poco entrecortada por los sollozos. Empezó a gritar: -¡Hoy más que nunca lo detesto profesor, no sabe como lo detesto, pero ni crea que me voy a dar por vencido!- ¡Me costó llegar hasta aquí y ni usted ni nadie me impedirá seguir avanzando!- Lo dijo tan seguro que me sentí orgullosa de lo que había hecho. -¡Ni usted ni nadie, ¿Lo escuchó bien?!- acoté yo Sebastián me vio a los ojos y dijo: -¡Amo a la niña que está conmigo, y no me quiero ir de aquí sin lanzar estas palabras al viento, ¿Me oyes Dani?!- Yo lo veía sorprendida- ¡Yo, Sebastián, te amo! - añadió. Me quedé inmóvil y parecía que mi mente aún no salía del asombro cuando sentí sus labios junto a los míos. Fin de memoria Yo sólo le mostré mi apoyo y ahora "Se enamoró". Es lindo y quizá podría pasar algo, pero no deseo tener una relación y menos enamorarme. Gabriel Bonachera Garza, fue el encargado de destruir todas mis expectativas en el amor.El fue mi primer amor y aunque duró muy poco, se me fue difícil sobrellevar la desilución que me causó. Supo elevarme al cielo y de la nada dejarme caer estrepitosamente al piso. Sentí que me había destrozado por completo y parecía que no podía seguir, pero soy muy orgullosa y no dejé que viera lo mucho que me había afectado; sólo mi almohada sabe lo que sentí. Lo he vuelto a ver en un par de ocasiones y su voz todavía tiene un efecto sobre mí, espero algún día pasar de él como si nada. ... Casos como los de Sebastián se han vuelto frecuentes y es porque al parecer me he vuelto un reto para ellos. No busco una relación, pero tampoco busco aventuras o situaciones del momento, sólo me alejo se todo ello.