Capítulo 25 | El vídeo | Para cuando llego a mi casa apenas son las siete de la mañana y corro escaleras arriba hasta mi habitación, entro al baño y me doy una ducha, me pongo mi pijama y me lanzo a mi cama a dormir. *** Las dos de la tarde. Para cuando despierto son las dos de la tarde, froto mis ojos y voy directo al baño a cepillarme los dientes, me recojo mi cabello en un chongo y me pongo mis pantuflas para salir de mi cueva e ir a la cocina. —¡Vaya! ¡Hasta que despiertas! —dice mi madre apenas entro en la cocina. —¿Cómo que la fiesta estuvo buena? —insinúa Joseph y asiento lentamente recordando todo lo de ayer y lo de hoy. No diría buena, si no, buenísima. —¿Por qué llegaste tan te