Grace dejó a James en su habitación, ella se sentía desilusionado por las palabras que él había pronunciado, no podía negar que le dolía.
Al día siguiente era domingo por lo que era el día de descanso, Grace pensaba quedarse acostada todo el día, parecía ser que no se sentía muy bien la mañana de hoy.
“Buenos días Grace”, dijo James repentinamente.
“Buenos días”, se limitó a responder.
“¿Por qué no te has levantado? Es casi medio día y aún sigues acostada”.
“No es nada, hoy he sentido un poco de mareos, seguro es por las docs copas de vinos que tomé anoche”, le respondió sin ni siquiera voltear a verlo.
James camino hacia el otro lado de la cama para ver la cara de Grace, se quedó en silencio unos pocos segundos, pero al vez empezó mirarla de manera odiosa.
“¿Qué pasa James?”, pregu
