La mañana siguiente.
Grace empezó a abrir los ojos lentamente, aún podía sentir el leve dolor de cabeza y un poco de ardor en sus ojos. Miraba a su alrededor y se doy cuenta que estaba en un lugar completamente desconocido para ella, se llenaba de miedo, temor y angustia al verse sola en ese gigantesco cuarto.
No lleva puesta la ropa que estaba usando, solo tiene un camisón que cubre su cuerpo, eso le asustó aún más. De repente se abre la puerta de la habitación, entra su jefe con una charola en las manos, había jugo de naranja y un plato de frutas, pero lo que más le llamó la atención a Grace es que no traía remera o algo que le cubriera la mitad del cuerpo, él era simplemente perfecto.
"¿Qué hago aquí?, ¿Dónde estoy?", preguntaba Grace avergonzada.
"Estás en mi departamento, anoche te encontré tirada en la calle, así que no sabía a quién llamar ni a dónde llevarla y se me ocurrió traerla aquí", Respondió mientras dejaba la bandeja en el lado de la cama.
"¿Me desnudaste?", preguntaba nerviosa.
"Tenía que hacerlo, estaba sudando demasiado, no iba a permitir que muriera en mi departamento. Grace no te preocupes, he visto miles de mujeres desnudas y nunca me atrevería a lastimarla o hacer nada a ellas sin su consentimiento", le respondió James sin quitar la mirada de sus rosados labios.
"Aún así me da vergüenza, no estoy acostumbrada a estar en esta situación", Le dijo avergonzada.
"Grace, lo bueno es que está completa, porque créeme que si la hubiera hecho mía anoche, ni siquiera podría moverse bien", Respondió con una extraña sonrisa en su rostro.
"¿Qué quiere decir?", Los ojos de Grace se abrieron más de lo normal, no esperaba escuchar esas palabras de su jefe.
-Grace, si te hubiera hecho el amor, no podrías levantarte de esta cama, así que puedes estar tranquila porque no hice nada de lo que deba arrepentirme", Respondió con una sonrisa en su rostro pero a la vez con seriedad.
"¡Por suerte! porque sería totalmente horrible no recordar tu primera vez", respondió mientras comía un poco frutas, pensó que había dicho esto en su mente pero todo fue producto de su imaginación ya que lo dijo en voz alta.
James se sorprendió por unos segundos, estaba verdaderamente asombrado, se negaba a creer que su secretaria aún fuera virgen, en estos tiempos esas mujeres ya no existían.
"Grace, ¿eres virgen?", Preguntó con asombro.
"¿Qué? ¿Por qué me pregunta eso señor?", Preguntaba casi ahogándose con un pequeño trozo de frutas.
"Lo acabas de decir, me parece extraño que una mujer como tú nunca haya tenido sexo, ¿Por qué?", Preguntó con interés, simplemente James no lo podía creer.
"Porque no ha llegado el indicado", sus mejillas sonrojadas dejaban mucho que decir.
Grace se levantó rápido de la cama, vio que su ropa estaba en una silla, asi que se vistió lo mas pronto posible, no quería seguir hablando del mismo tema, al menos no con su jefe, se sentía lo suficientemente avergonzada.
"Señor, le agradezco por haberme rescatado", Dijo con nervios, sus labios no podían ocultarlo.
De repente comenzó a sentirse mal y sintió que iba a desmayarse, su vista dio varias vueltas, su mundo se encontraba patas arriba.
"No te preocupes, deberías ir al médico para que te hagas unas pruebas de sangre, eso no parece ser normal", dijo aparentemente sin importarle lo que el mismo decía.
"Estoy bien señor, lo que pasa es que ayer casi no comí nada el día anterior, y eso me empezó a pasar facturas largas. De verdad muchas gracias por ayudarme, siento mucho haber interrumpido su tranquilidad".
"No fue nada Grace, lo hubiera hecho por cualquiera, No soy lo que piensas, tu crees que soy un hombre despiadado", en su rostro había una gran sonrisa, era como si nadie pudiera leer lo que realmente estaba pensando.
"Nunca he dicho eso, señor", respondí mientras tragaba hondo.
"Te llevo a tu casa para que te bañes y te cambies, puedes tomarte la mañana libre, pero primero déjame ducharme, espérame aquí, no te vayas, de todos modos no te dejaran salir, nadie sale sin que yo primero lo anuncie", dijo James con claridad.
James tardó como veinte minutos en ducharse, cuando lo hizo salió envuelto en una toalla, Grace ya no podía con sus emociones, estaba sonrojada y no era para menos, estaba en la misma habitación que su jefe casi desnudo.
"Grace estas muy nerviosa, de hecho tus mejillas se han puesto rosadas", Dijo con seriedad mientras caminaba hacia ella.
"Es que me da vergüenza estar en la misma habitación que usted señor, no estoy acostumbrada a ver a un hombre en este estado", respondió con voz tierna y muy tímida a la vez.
James se acercó, acorraló a Grace contra la pared, podía sentir su aliento muy cerca de su boca, comenzó a sentirse extraña o algo emocionada sería la palabra.
"Yo sin embargo no había estado en una habitación con una mujer que dice ser virgen", Dijo mientras la miraba muy serio.
"No tengo que mentirle señor, el hombre que haga enamorarme de él no ha llegado todavía", fueron las palabras de una chica nerviosa cerrando los ojos porque algo le hacía querer que ese hombre la besara.
"Eso suena interesante Grace. Me vestiré y en unos minutos más nos vamos", Dijo James mientras se alejaba.
Unos minutos más tarde, James y Grace salieron del departamento, todavía estaban un poco atónitos por lo que había sucedido, por las confesiones que salieron de la boca de una chica inconscientemente.
El ascensor se abrió y entraron en él, hubo un silencio que quería apoderarse de ese pequeño rincón, sin embargo algo extraño sucedió. Su jefe la había pegado al espejo del ascensor y ahora besaba sus labios, sus besos eran correspondidos, aunque seguía sin entender lo que estaba pasando.
Grace se sentía a la vez avergonzada, no esperaba que esto ocurriera, al menos no con su jefe, se preguntaba ¿Cómo lo vería ahora a la cara?.
"¿Se siente bien?" pregunté en voz baja.
"Mejor que nunca, sé a qué saben los labios de una mujer que dice ser Virgen. Saben igual que todos los demás labios, a Pura Mentira", Respondió sin ningún resentimiento.
"No le estoy mintiendo, de hecho podría demostrarle que estoy diciendo la verdad".
James se queda observando a Grace unos segundos, su rostro demuestra incredulidad al escuchar aquellas palabras.
"¿Y cómo sería eso? Porque la única forma en que eso sería posible es estando en mi cama y no creo que usted lo esté, supongo que se ha guardado para el matrimonio", dijo James en un tono sarcástico.
Antes que pudiera responder, el ascensor se abrió, así que pensó que la había salvado la campana en ese mismo momento, no podía estar un minuto mas a su lado sin pensar en sus caricias, en esos labios que destellaban luz al moverse.