11.MAGGIE

2164 Words
MAGGIE CAPÍTULO 11: BUENAS NUEVAS PARTE 1 Hace un mes fue la reunión familiar donde casi pierdo los estribos con mi abuela Gemma ya que todo indicaba que mi querida abuela iba a ponerse algo pesada con el tema de la adopción de mi hijo, pero termino dándonos la mejor idea de todas las ideas del mundo, ganándose un poco más de mi corazón. Así que inmediatamente estuve hablando con varios de mis colegas en el hospital y a todos les pareció buena idea indagar más en la salud del bebé y se ofrecieron a ayudarme, me consiguieron un kit pediátrico de ADN y lo estuvieron revisando todos los especialistas del hospital. Todos los resultados fueron favorables, mi bebé está completamente sano, no tiene grandes marcadores de enfermedades graves que lo puedan poner en peligro, lo que me trae una paz y tranquilidad inigualable, vivo enamorada de pies a cabeza de mi muñeco hermoso, y cada día anhelo verlo crecer más y más. Hoy cumple cinco meses de nacido y Luke nos sorprendió haciendo un pastel en forma de 5, le tomamos algunas fotos y luego compartimos con nuestra familia un rato, mi suegra estaba que no se cambiaba por nadie porque el bebé había decido hacer berrinche con todos menos con ella. Mi amada suegra es la que más me ha entendido en este proceso, Luke fue un bebe arcoíris y un bebé milagro, de joven mi suegra sufrió de endometriosis y eso le trajo muchas complicaciones al momento de quedar embarazada, perdió dos bebés y el embarazo de Luke fue bastante complicado, tanto que durante el parto tuvieron que cambiar de planes e intervenirla de emergencia por la fuerte hemorragia que tenía y desafortunadamente, hacerle una histerectomía total para salvarle la vida, lastimosamente dejándola sin la posibilidad de tener más bebés biológicos. Mis suegros se habían planteado la posibilidad de adoptar un bebé cuando Luke tenía cuatro años y recién se habían mudado al mismo vecindario donde está la casa Walker, su padre había tenido un gran ascenso y para que no se quedara solito les había parecido una hermosa posibilidad, pero en ese entonces nos conocimos y siempre había niños corriendo tanto en su casa como en la nuestra y esos planes se fueron aplazando hasta que no volvieron a tocar el tema ya que siempre fuimos muy unidos entre nosotros, tan unidos que terminamos casándonos. - Es un consentido, igualito que Luke cuando era bebé – - ¿Sí? – pregunté queriendo saber más - Oh si, vivía pegado a mi todo el tiempo, pidiéndome mimos, cantos, un par de consentidos tienes entre manos Maggie – - Tenemos mami Lu, tenemos – Mi esposo se sonroja por el comentario de su madre, sabe que es cierto, le encanta que lo mime, sobre todo mimos sexys de adultos. - He escuchado que los niños adoptados terminan pareciéndose más a los padres que los mismos biológicos – dice el abuelo Frank uniéndose a la conversación – Dios nos salve si se parece más a Maggie que a Luke – - Oye – - Te amo princesa, pero eras, perdón, eres un torbellino – - Frank tiene toda la razón, ella siempre ha sido la líder de las travesuras – dice mi suegro – recuerdo que era la experta en trepar árboles, dejar a las muñecas sin cabeza, reglamentar la obligación de participar en fiestas de té y muchas cosas más – La familia se ríe ante el recuerdo que evocan las palabras de mi suegro. - Pobre Susan, ella que le encantaba vestirla como una princesita todas las mañanas y en las tardes esta niña estaba peor que una pordiosera llena de barro hasta en las orejas – dice mi Nana Todos se ríen y ahora soy yo la que se sonroja, Liam se despierta hambriento y aprovecho la situación para irme a buscar su biberón y escaparme de los recuerdos vergonzosos, que puedo decir, si, era una revoltosa, aun lo soy, aunque de otras maneras, pero si, que se le va a hacer, es mi naturaleza. - Nadie se dio cuenta de tu huida – Mi esposo me abraza y pega su pecho a mi espalda, retira mi cabello de mi cuello y me besa, un escalofrío delicioso recorre mi columna. - Mamá quiere quedarse con Liam el fin de semana – susurra en mi oreja antes de morder mi lóbulo – me hice el rogado, pero al final dije que te convencería – Sonrío ampliamente, se perfectamente lo que tiene en mente mi marido y yo también quiero, amo a mi niño, pero criar a un bebé es absorbente y no quiero descuidar tampoco mi vida marital. - ¿Y cómo vas a convencerme? – - Si me acompañas un ratito a la casa de la piscina mientras los abuelos alimentan a nuestro niño te mostrare las ventajas de dejarlo pasar un fin de semana con ellos – Giro en sus brazos y le tiendo el biberón, él me da una de esas sonrisas picaras que hace que se me aflojen las piernas y me regala un suave mordisco en mi labio inferior, mi guiña un ojo y es mi señal para irlo a esperar a la casa de la piscina. - - - - - - - Alucinante. Esa palabra podría describir como ha sido nuestro escape a la casa de la piscina de mis padres. - En que piensas – la sexy ronca voz de mi esposo me llega mientras deja besos en mi espalda – te quedaste muy callada – - En lo delicioso que siempre es estar contigo – Siento su peso caer sobre mí, su cuerpo desnudo presionando contra el mío, un suave gemido escapa de mis labios al sentir sus manos acariciar mi piel. - Siempre a tus ordenes mi bella esposa, me encanta complacerte – - ¿Crees que alcanzamos a una segunda ronda? – Luke se levanta y ya extraño su calor, el busca su celular en el suelo y luego hace una mueca de disgusto y luego una sonrisa ilumina su rostro. - Creo que la segunda ronda tendrá que ser aplazada, nuestro hijo lanzo una bomba atómica a la familia y están buscando a los responsables para que se hagan cargo – Ambos estallamos en carcajadas y empezados a vestirnos y a recoger el pequeño desorden que armamos en la casita. Al regresar a la casa tanto mi tía Antonia como la mamá de Luke están bañando a Liam, Luke se arremanga su camisa y se queda ayudándolas mientras yo voy al auto a buscar su maleta de emergencia que tiene ropa y demás cosas. Al regresar ya mi niño esta con un nuevo pañal dando sonrisas satisfechas, sus parpaditos a medio cerrar mientras su papá le está dando un masajito relajante. - Quien lo ve, no nos cree que es el responsable del desastre en el baño – me dice mi suegra – esta ropita va a necesitar mínimo tres lavadas – Ambas arrugamos la cara por la imagen, ella se va con todas las pruebas del delito como lo llamó y nos deja a solas con nuestro bebé para vestirlo. - ¿Que paso ahí campeón? ¿Mucha comida? – le pregunta Luke mientras le pone los pantaloncitos - ¿Mucha diversión? - Liam se ríe suavemente, lucha por mantener sus ojitos abiertos, Luke termina de vestirlo, lo carga y lo arrulla con tanto amor que mis bragas se mojan de nuevo. - Amo verte así con él – digo acariciando los cabellos de nuestro bebé quien ya no puede aguantar más el sueño - Yo amo verte a ti con él cada día – - Definitivamente quiero más bebés – - Lo sé, yo también quiero, pero dejemos que todo fluya sin presionarnos, me gustaría disfrutarlo a él solito un poco más – - Si, estoy de acuerdo – - ¿Vamos a casa? – - Vamos – - - - - - - - - Y esta es la última página – - ¿Ya con esto queda todo en orden? – pregunto firmando el documento - Si doctora, con estos documentos oficializamos el termino de los seis meses de su cargo como jefa interina, ya sus funciones regresaran a la normalidad como titular de cirugía general – me explica la asistente de recursos humanos - Muchas gracias Stella, me complace ayudar, pero sinceramente ya no podía dividirme más, ¿hay algo más en lo que pueda ayudar? – - Lo entiendo doctora y le agradecemos mucho que nos colaborara, en el momento sólo sería que tuviera a su cargo los residentes del doctor Mason como le habíamos pedido antes – asiento a su recordatorio - él jefe ha estado también hecho nudos con tanto trabajo y estaría peor si no fuese por la ayuda de todo el personal que ha sido tan solidario y comprometido con esta crisis, así que me pidió que le diera las gracias a todos – me dice con una sonrisa que se opaca con sus siguientes palabras - las investigaciones internas son un gran peso cuando el personal ha sido como una familia, lo bueno es que todo este revuelo será para mejorar y por fin todo está quedando en orden, por cierto, la reunión de adjuntos quedo aplazada para el viernes a las diez de la mañana – - Perfecto, gracias por el recordatorio – Terminado el papeleo, me retiro del hospital, hoy es mi día libre y Laila me pidió vernos para un día de hermanas, mientras la espero junto al carrito de café que está afuera del hospital, ojeo las ultimas fotos de mi hermoso bebe, sin poder creer aún lo grande y activo que está. Los últimos meses han sido los mejores de mi vida, tener a Liam en nuestras vidas ha sido el caos más hermoso, he dormido menos horas que en la facultad y el internado, pero no me importa, estoy dichosa con mi rol de mamá, Luke también, aunque últimamente lo he sentido muy nervioso. Desde que él y los hermanos Latham han estado detrás de las pistas del sospechoso de la muerte de mi madre, ha estado así, nervioso, sobre todo cuando encontraron unos diarios del hombre, he querido preguntar más, sin embargo, al verlo tan estresado con el tema, preferí darle espacio y esperar a que el reorganice sus ideas y luego que tenga algo concreto, me cuente. - Hola cuñada – la voz cantarina de Laila me llama la atención - Hola Lali, ¿Cómo estás? – - No muy bien – - ¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué tienes? – pregunto revisándola por encima - Últimamente me he sentido mal, me duele mucho la cabeza, no estoy soportando comer, todo me da asco – - ¿Vómitos? – - No, solo asco a la comida – - Oh, oh, ¿periodo? – los ojos de Laila se abren de par en par al caer en cuenta del porqué de mi pregunta - Hasta el mes pasado, normal – responde casi en un susurro – creo - - Ok, ok, no te alarmes – digo acariciando sus brazos – tenemos dos opciones – señalo con el pulgar al hospital - puedo ir a una sala de suministros y tomar una prueba de embarazo y nos la llevamos a la casa y la hacemos con calma o podemos ir juntas al piso de obstetricia y tomar prestado un ecógrafo y arrancamos la tirita sin anestesia – El rostro de Laila se queda sin color, así que no espero a que me conteste y tomo la decisión por ella, la llevo de la mano al hospital y nos dirigimos al piso de obstetricia y luego de hablar con una enfermera, me habilitan una sala de exploración, entramos y Laila se desviste y se pone la bata que le entrego. - Hace un tiempo que estuve en obstetricia, pero recuerdo muy bien cómo se usa este aparato, así que solo somos tú y yo en esta misión pequeña Laila – - Hasta que en esa pantalla haya una mancha con un latido - Laila se acerca a mí ya cambiada, temblando como una hoja a punto de caer en pleno otoño, tratando de ser valiente haciendo bromas. - Tranquila Laila – digo dándole mi mejor sonrisa – todo va a estar bien – - Tengo miedo Maggie – - Un paso a la vez, hagamos esta ecografía y salimos de dudas – la carita de Laila se arruga en un puchero y sus ojitos se llenan de lágrimas – ¿quieres que llame a Oliver? – - No se – - Di la palabra y hago que los gemelos lo traigan como si lo estuvieran secuestrando – Laila suelta una carcajada y veo que sus hombros pierden tensión. - Hagamos esto y luego vemos si es necesario entrar en pánico – ella asiente y yo procedo a ayudarla a salir de dudas.
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