Encantada

1270 Words
Conocerlo esa noche fue lo mejor que me ha pasado. No lo sabía, odiaba el mundo, la noche, la soledad y he pensado varias veces dame por vencida, pero... así, de la nada, como si de magia se tratara, como si el universo tuviera aún algo más que enseñar, como si Dios hubiese escuchado cada una de mis oraciones cada noche en la oscuridad de mi habitación, cuando quería un abrazo, alguien para mí, alguien que me ame, que me haga sentir amor, un amor de verdad, algo que no me dañe, que no me duela, que me haga mejor persona, y entonces... después de una charla algo innecesaria a mi parecer, sin saber que todo mi vida cambiaría por completo, tomó mi bolso, caminé hacia la puerta, él, un completo extraño se voltea con la mirada enterrada en su teléfono y camina al ritmo de mis pasos, mi curiosidad que ya es algo nato en mi, despierta con ferocidad y le hable aquel extraño con camisa a cuadros, peinado formal, (poco usual para alguien tan joven) con una mochila oscura colgando de su hombro y a pasos lentos camina junto a mi, y entonces, mi boca se liberó de la prudencia y preguntó ─¿usted también es de la charla?. Para ser honesta no recuerdo lo dijo, pero en mi defensa debo decir que su voz, suave, masculina y tierna a la vez calor tan dentro de mi, que a partir de ese momento haría lo imposible para escucharlo hablar. Me sentí la mujer más afortunada cuando continuo caminando juntos a mi, al ritmo de mis pasos, y entonces una pequeña, discreta y linda conversación nació de allí. El preguntaba sobre la materia de inglés, mi corazón empezó a latir, tomó forma y color de película infantil, cada grieta de mi corazón se reforzó y aunque intenté que se detuviera, ya no había marcha atrás, el sería mi nuevo profesor de inglés y yo estaba instantánea, irrevocable, y perdidamente enamorada de él. ¿Hace cuanto tiempo no me gustaba alguien así? Esa sensación mi pecho no la había sentido desde que tenía 15 años, y hoy la volví a sentir. Podría decir que fue amor a primera vista, de mi lo fue, y luego hubo un segundo día de clases, mi día no fue tan bueno, y la última hora, verlo, y que él no dejará verme es parte de lo que esperaba, después de todo soy la primera persona con la que habló, y no quería ilusionarme, lo juro, lo intente con todas mis fuerzas, intenté no ilusionarme de alguien tan perfecto como él, durante la clase levantó la mano para participar, pero el parece que me ignora y no se porque, así que dejó de intentar participar en su clase, él pone tarea y yo la presento sin darle tanta importancia, todo está en mi cabeza, todo es idea mía..., pero luego él preguntó: ─¿Está enojada? No debió preguntarlo, no debió porque ahora mi corazón se aferra a esa frase pregunta para creer que o es idea suya y realmente el amor a primera vista es correspondido. Ahora me toma en cuenta para toda actividad, pero no ayuda a mi estabilidad emocional, lo único que hace es que mi ilusión de alguien como él en mi vida sea más fuerte. Ahora no puedo dejar de verlo, y entonces todo empeora, el sonríe al verme. ¡¡Maldita sea!! ¡¡Amo su maldita sonrisa!! Jamás pensé que diría algo así, amo su sonrisa, me gusta el, me gusta su voz, y dio que me gusta todo de él. Debo detenerme o esto va a llegar lejos, decido ignorarlo, mirarlo, o mejor dicho admirar desde el silencio, la oscuridad, del anonimato, pero el no ayuda mucho. Los días pasan y él llega la clase con una sonrisa, y me enamoro más mientras el solo hace su trabajo. En resumen... A mi inteligente, guapo, formal, elegante, inocente, y educado profesor de Inglés, debo decirle: Encantada de conocerlo. Llegando los días de eventos en el colegio, no puedo dejar de verlo, he notado que es alto, ¡Dios, no puede ser tan perfecto!, pues si. Lo es. Los días pasan y yo intento evitar que se note que me guste, pero el no colabora, cada día que lo veo es más apuesto, sonriente, y todo en el es luz y alegría, todo lo opuesto a mi, callada, solitaria e irónicamente aura oscura y negativa. El peor momento que pensé llegó, el habla con una chica y yo odio eso, los celos me están comiendo viva desde dentro, quiero ir y decirle que no lo haga, que me gusta y siento celos de verlo con otra chica, pero solo me limito a verlo desde lejos, algo raro pasa y el logra mirarme, ¿como demonios dio con mi mirada?, no lo sé, pero lo único que puedo hacer es evadir la mirada molesta, al regresar la mirada a él, el muy idiota continúa mirándome, ¡joder! ¡que vergüenza! disimulo con lo poco que me queda de dignidad y miró hacia otro lado, ese día me di cuenta que no le interesó, y fue horrible. Ahora quiero ser ella, la chica con la que habló, quiero ser ella, porque lo único que quiero es que el se acerque a mi y hablé conmigo, y odio querer ser alguien más por qué me gusta un chico, después de todo lo que me ha costado tener el limitado amor propio que tengo. DEcido que se acabó, las miradas, la atención que le doy, todo, se acabó. Después de tres días, me toca la clase con el, aún tenemos ensayos, así que no importa, pero vuelve a pasar, mientras estamos en el ensayo el vuelve a hablar con esa chica, lo odie y me dolió demasiado, enamorarte de alguien que no siente nada es horrible. El ensayo es horrible y yo me odio, no quiero quebrar la seguridad y amor propio que tengo por algo que ni siquiera es consciente que hace, y como si mi enojo no fuese suficiente, nos toca entrar al salón, el está allí, empieza a explicar una tarea, yo, con todo el enojo que tengo, con la limitada madurez que tengo cuando me siento mal, lo ignoro tanto como es posible, y él lo nota. ─bueno, para los que quieren escuchar. ─dice al verme ignorarlo por completo. ¿porque hace eso?, ¿porque hace como si le importara lo que hago o pienso? ¿porque maldita sea? Llegan los exámenes, todas mis tareas están completas, soy la mejor en su clase, tanto que soy la única de toda la clase que logra un 10 cerrado. Ahora tenemos pocos días, mi tiempo de verlo se terminan y odio eso. Me atrevo hacer algo que jamás hice, pedirle el número a un hombre con excusas, las excusas fueron básicas, pero ahora estoy ahí, escribiéndole, conociendo por chat, y ahora puedo decir que oficialmente estoy enamorada de él. No sólo es guapo, elegante, tierno, con una voz firme y sexi, además de todo cree en Dios, ¿saben lo difícil que es conocer a alguien así? para mi es un diamante, pero es por esa razón que se que solo puedo decir un cosa. Me gusta, me enamore de su sonrisa, su elegancia, su forma de ser, pero también sé que no importa cuánto me esfuerce, él va a ser mi esposo, porque... porque lo digo yo. ─por fin... ─resopla cansada. ─ya era hora de terminar este libro. ─cierra su laptop. Se levanta se prepara la nueva videollamada.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD