Sorprendida Narra Mandy —¡Hija te ves hermosa!— me dice mi madre llevando las manos al rostro y con los ojos Cristalizados en lágrimas, y entiendo por completo su emoción, por qué es igual a la mía, ambas siempre soñamos con el día de mi graduación de secundaria, ella quiere un futuro para mí distinto al que ella tuvo. Me veo frente al espejo y me siento hermosa, con mi vestido azul cielo, de satín, que me llega hasta las rodillas, agradezco al cielo que el pedido que hicimos de último minuto a una importante tienda de la ciudad haya llegado a tiempo, porque este pueblo queda en los confines del universo, porque si no llegaba de verdad me moría, yo no podía ir vestida con cualquier cosa a uno de los días más importantes de mi vida. —Gracias mamá, ambas anhelamos este día desde hace