“Te extraño de formas que las palabras no pueden expresar.” Gemma Troy —Nuevamente en casa, sana y salva. —Muchas gracias Sr. Venzon. —Cuanta formalidad. Me haces sentir como tu abuelo. —un guiño y una sonrisa bastan para que la tarde sea el preludio de una maravillosa noche. —Está bien Arthur, muchas gracias. —Siempre a tu orden Anna. Anna baja del auto. Él aguarda hasta que ella entra. Desde la puerta de la pensión se despide de él. Va hasta su habitación, se desviste, una ducha caliente, una taza de té y el libro que debe terminar de leer para poder crear su obra musical. Toma algunas notas en su cuaderno, se le escapa un bostezo, deja el libro a un lado, sobre la mesa de noche. Se acomoda en la cama y duerme hasta el amanecer. Despierta con el resplandor de luz que se cuela po