—¡QUEEE!, ¿PERO QUÉ DIABLOS ESTÁN DICIENDO? ¿ACASO SE VOLVIERON LOCOS?
—No me grites Oriel, harás lo que se te diga si no quieres perder todo lo que tenga que ver con la empresa.
—¡Eso es una estupidez papá! —digo como un niño pequeño, no quiero casarme y menos con alguien que no puede acatar reglas, nunca haría algo así.
Miro Alessa quién tiene lágrimas en sus ojos, todo el mundo nos mira, ella sigue en estado de Shock, levanta la mirada y me observa, nuestros ojos se conectan, y parece entrar en sí, porque su mirada se va hacía Joel.
—¡No puedes hacerme esto papá!, soy tu única hija, ¿En verdad quieres algo así para mí? Yo quiero casarme con alguien a quien quiera, que me guste, y no obligada, ¿Crees que es justo?
Joel parece meditar las palabras de Alessa ya que baja la mirada, en cambio yo la miro entrecerrando los ojos ¿Está actuando? Pero la verdad tampoco quiero casarme así que la apoyo.
—Creo que Alessa tiene razón Joel, ella debería casarse con su príncipe y yo con la mujer que desee. —digo eso fulminado a mi padre con la mirada.
—¡Tienen razón!, — dice Joel, yo suspiro aliviado y mi padre lo mira confundido —Pero porque eres mi única hija, te quiero y te deseo con vida, y así es la única manera, quiere que te empieces a controlar, que dejes de tomar. Alessa, ¡te drogaron!, ¿Qué quieres que haga? Así que es casarte con Oriel o meterte a un convento, y créeme que ahí no podrás ni respirar.
Alessa abre sus ojos como platos, y sus lágrimas se derraman sin parar, no me gusta verla así, pero lo siento por ella porque yo no pienso casarme.
—¡Eso también va para ti Oriel! —¿Qué?
—¡No puedes meterme a un convento papá!— le digo muy seriamente, y él pone los ojos en blanco, irritado por mi comentario.
—No te hagas el chistoso Oriel, si no te casas con Alessa no podrás trabajar más en la empresa.
—¡No puedes hacerme esto! Yo he sacado la empresa adelante, ha ido un millón de veces mejor desde que está a mi cargo, ¿Porque a mi me obligas a casarme y no a Nia? ¿Para eso querías que yo me hiciera cargo de la empresa? ¿Para que a la primera me dejes fuera?
—No Oriel, quería que te hicieras cargo, porque tú serás el único dueño de esa empresa, pero lo será hasta que yo me muera. Así que tu decides ¿Que quieres hacer?
Resoplo frustrado, ¡Esto es una mierda!
—¿Podría hablar con Alessa a solas? —digo mirándola a los ojos. Todos asienten y salen.
—¿Qué quieres hacer tú? — le digo apenas salen todos.
—Me iré al convento, ni loca me caso contigo. — yo la miro sorprendido, ¿Qué tan feo le parezco?
—¿En verdad? ¿Tan despreciable te parezco?
—Oriel, No quiero casarme con alguien quién no me gusta, ni me cae bien, pero se que mi papá tiene razón y eso debo de aceptarlo, tengo un problema con el alcohol y prefiero irme a un convento así cuando me vea que mi actitud es la normal saldré y listo, seré libre y sin ningún problema.
—¿Estás loca? ¿Crees que todo te saldrá como piensas?
—Espero que sí, así que vete buscando con quién casarte porque conmigo ¡NO!
¿Pero quién se cree esta mocosa?
—Cómo quieras, allá tú si las cosas después no te salen como planeas.
Justo cuando me va a contestar, entra Zuri hecha en un mar de lágrimas, ¿y ahora a esta que le pasa?
—¿Qué pasa mamá?
—Tu papá acaba de llamar al convento al que quiere meterse ahí podrás estudiar, hay de todo pero si entras ahí no podrás salir hasta dentro de cinco años. Miro de inmediato a la señorita que según ella tenía todo bajo control, no puedo evitar sonreír con malicia.
—¿Qué? No mamá ¿Por qué?
—No lo sé princesa, ¿Que vas hacer?
—Yo, yo… no lo sé.
—¡Hija por Dios!, ¿Cómo no lo vas a saber?
—¡Por qué no lo sé mamá!, No quiero casarme a la fuerza. No, no y no.
Que mujer más terca, decido salir de la habitación, pero antes de salir la miró directamente a los ojos.
—No te preocupes, mejor vas al convento, yo no soy plato de segunda mesa, veré como arreglo mi situación, tú verás cómo arreglas la tuya. —doy media vuelta y salgo de esa maldita habitación.
Observo que Joel y mi padre hablan aparte, por lo que me acerco hasta ellos.
—Tengo que hablar contigo papá — le digo enojado. — Mi padre asiente se disculpa con Joel y me sigue.
—¿Dime Oriel?
—Tienes que buscar algo más para mí papá, Alessa no piensa casarse conmigo, ¿Qué haré ahora? Eso ya no es culpa mía.
—Te daré un mes Oriel, así pensaré que voy hacer, al igual que tu puedes empezar a pensar en tu vida y en que lo hago todo por tu bien.
—¿Porque yo y no Nia?
— Oriel, Nia tiene su propia empresa, no la necesita.
—Ok, entonces formare una yo.
—¡No Oriel!, Miller Corporation es tuya y solo tuya, pero lo será hasta que yo me muera mientras esté bajo mis órdenes y no hablaré más del tema, ahora tienes quince días para pensar en si aceptarás lo que yo te proponga.
—¿15 días? ¡Pero dijiste un mes!
—Cambio de planes hijo —dice eso último y da media vuelta y se va.
¡Maldita sea! Decido irme de ese maldito hospital, tengo que hacer algo, tengo pedirle ayuda a Amanda, ella tiene la misma edad que yo y fue la que me metió en el mundo del dado, si eso haré.
….
BRAD
Me siento mal por tener que mentirle a Oriel, Amo a mi hijo, él es tan igual a ella, pero le prometí a Eliza que nunca le diría nada y así será.
Por Oriel fundé la empresa, él es mi mayor orgullo, Amo a Nia, mis hijos son todo para mí, pero Oriel es especial, él es lo único que me queda de ella. Y haré lo que sea para ver los sueños de ella cumplidos en nuestro hijo.