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1302 Words
Ya habían pasado varios días desde que el pequeño grupo de humanos se habían ido al límite del continente. Se reportaban de vez en cuando y solo durante la noche para evitar que me descubrieran .Ya habían llegado al mar y justo como les había dicho era todo muy tranquilo ,los monstruos no salían del desierto pero por si acaso habían levantado barricadas y organizado vigilancia .Se habían encontrado algunas frutas y las estaban tratando de cocechar . También habían comenzado a construir una casa para ellos y no tener que dormir en la pradera , aunque según ellos era cómodo . Un combate decisivo estaba siendo organizado por los líderes y lo peor era la inocencia en la que vivían todos los guerreros . Entrenaban y se esforzaban solo para morir cual ganado en c********a, y todo por ordenes egoístas y con beneficios unilaterales. El pergamino traía la información detallada del campamento de syaitians más grande que existía, después del palacio obviamente. Tenía registrado sus rondas de vigilancia, la cantidad de demonios , el armamento con el que contaban y los syatianos al mando. Los humanos me habían contado que conseguir todo eso no había sido fácil sin duda y durante la misión habían perdido a cinco de ellos . Sin pedir explicaciones ni argumentos le había entregado el pergamino a mi primo y me retiré a mi habitación deseando descansar cómodamente. No había pasado mucho tiempo cuando la sensación de ser observada me invadió y de manera disimulada agarré la daga que reposaba bajo la almohada . Mi instinto me advertía del peligro , sea quien sea no venía por una tasa de té. En la oscuridad del cuarto percibí un olor extraño y si mi nariz no me falla era como almendras amargas . La presencia se acercaba con cautela y al ya estar sobre la cama se inclinó sobre mi cuerpo que aparentaba seguir en el mundo de los sueños. Lástima que estuviera más que despierta . Acercó algo a mi rostro intensificando el olor y sin perder más tiempo clave mi daga en su abdomen . El hombre , por la sorpresa , no reaccionó cuando impulsé su mano con el paño bañado en cianuro hacia su nariz . Debía ser una dosis muy alta porque rápidamente quedó pálido y se desplomó . Lo miré sin inmutarme por tener un muerto en mi habitación. Seguían empecinados en deshacerse de mí y ahora trataban de envenenarme . Sin dudas no perdían el tiempo . -Quaerere memorias-señalé su cabeza mientras recitaba el hechizo para luego recibir en mi mente los recuerdos de mi víctima siendo pagado por los viejos para matarme . Le dieron una buena cantidad de comida que planeaba llevar a su familia-Me encargaré de tu familia-susurré al c*****r con pena. No era la primera vez que me tocaba llevar malas noticias a una familia . Algunas veces el llanto no los dejaba hablar y en muchas otras ocasiones me acusaban por sobrevivir. Había visitado a Stella en la mañana y le comenté la situación. Se asustó al escuchar sobre el intento de envenenamiento y luego comprendió mi posición. Los altos mandos no se detendrían hasta acabar conmigo . Juntas tocamos a la puerta de la familia y nos recibió una joven mujer con dos niños ocultos tras sus piernas con timidez . Pidiéndole un minuto a solas a la viuda Stella procedió a contarle omitiendo la parte en la que yo era la asesina de su marido , coloqué toda la comida que les habían otorgado en la pequeña cocina y distraje a los niños al ver a la mujer derrumbarse en lágrimas siendo consolada por la morena . Más tarde la de cabellera risada había pedido mi presencia en la salida de la fortaleza. Asumiendo el motivo me mentalicé para usar una que otra mentira y cumplir uno de mis objetivos: sacarla de la guerra , a ella y a su gente . Ya en la entrada caminamos un poco buscando privacidad, me distraje con el nevado paisaje cuando ella rompió el silencio . -Me enteré de que saliste-mencionó mirando la nieve igual que yo . -Me mandaron a recoger un paquete-mis palabras la hicieron levantar una ceja con incredulidad. -¿Desde cuándo eres la chica de los recados?-mencionó burlona-Que recuerde eres la Comandante de la guardia imperial-sonreí de lado . -El grupo que debía traerlo fue acorralado y asesinado-sus ojos se agrandaron y por un momento los vi llorosos. -¿Viste los cuerpos?-pregunto agitada-¿Había un chico de unos diecisiete años ,rulos castaños?-trató de describirlo pero sus palabras eran interrumpidas por su creciente llanto-Mi hermanito-susurró tapando su rostro . Sonreí en grande con un poco de maldad . Saqué uno de mis cuchillos y le apunté desafiante haciendo que me viera extrañada . -¿Qué estarías dispuesta a negociar por ese chico?-hablé con ojos fríos y voz seca-¿Dejarías a Kaezel y me seguirías si estuviera vivo?-pregunté a la espera de su respuesta y empleando un hechizo para detectar si mentía. -Por supuesto que sí , él es la única familia que tengo haría lo que fuera por él-su voz decidida , su mirada determinada y mi hechizo me confirmaron que era totalmente sincera . La ayudé a sentarse en una piedra sobresaliente y le sonreí amable . -Siendo así ,es un placer informarte que tu hermano sigue vivo-volvió a estallar en lágrimas pero esta vez de alegría. Sin que lo notara toqué mi pulsera de cuero y cerré los ojos-Aperta dialogi-la piedra en mi muñeca brilló ligeramente atrayendo la atención de la morena , le hice un gesto para que guardara silencio . -Jefa es un honor escucharla-reí leve por el apodo-¿Sucedió algo?-su voz se tornó seria -Todo está bien Ild-lo escuché suspirar de alivio y reí-Necesito un favor podrías llamar a Sky-le guiñé un ojo divertida a la sorprendida mujer que aguardaba impaciente . Se escuchó movimiento junto al rumor de las olas y luego la voz de un joven. -Jefa-saludó-¿Me llamaba?¿Está todo bien con mi hermana?-su voz cambió a preocupación en la última pregunta y la morena sollozó feliz . -Sky-susurró llorosa cuando le indiqué que hablara . Platicaron breve asegurándose del bienestar del otro . Sonreí contenta cuando el muchacho comentó que estaban prosperando bien y me sonrojé avergonzada cuando todos los chicos se reunieron y me elogiaron esperando por mi visita o ,al menos, por las personas que les prometí. Cuando ambos hermanos se despidieron la ojimiel se abalanzó sobre mi y me abrazó agradeciendo. Ya más calmada estuvo atenta a mi explicación de como los encontré y lo que realmente sucedió ese día. Se asustó un poco al hablar de los syatians pero luego se le pasó y se mostró dispuesta a cooperar con mi visión de sacar a los inocentes de esta guerra . Compartí además un poco de la información obtenida del pergamino ultra secreto y Stella se enojó bastante al comprender que ,básicamente ,están enviando a los humanos a morir . El enfrentamiento sería pronto así que ella se encargaría de preparar todo para la salida de emergencia. Organizar aquello requeriría de la mayor discreción posible pero me aseguró que se haría responsable de todo . Al atardecer regresamos a la fortaleza con tranquilidad o al menos mi acompañante. Mi mente no dejaba de pensar en lo cerca que estábamos de acabar con todo y aún con todos esos planes en mente la idea que más resaltaba era la presencia de ese syatiano de ojos dorados y cabellera plateada . Las dudas de si ya lo habrán rescatado o de si estará bien me carcomían por dentro y hacía uso de todo mi autocontrol para que no se notara mi ansiedad por verlo .
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